Un menor de 16 años de edad y un hombre de 30 años que confesaron formar parte de una banda de delincuentes estuvieron a punto de morir linchados la noche de ayer por enardecidos pobladores de Santa María Acuitlapilco, en la capital tlaxcalteca.
En dos hechos distintos, un adolescente identificado como Carlos N. y otro de nombre Enrique N., fueron descubiertos en el interior de un domicilio en el que se escondían junto con sus cómplices, que lograron huir, para luego ser brutalmente golpeados y atados a un poste.
Horas después Carlos N. fue rescatado por granaderos y trasladado a un nosocomio para su atención médica, pero en calidad de detenido; mientras que Enrique N. fue obligado a caminar semidesnudo hasta las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), al ser señalados ambos de participar alrededor del mediodía en un asalto que incluyó detonaciones de arma de fuego.
El menor de 16 años de edad y el otro sujeto de 30 años fueron severamente golpeados por la población y obligados a confesar. Moisés Morales
Los hechos
El intento de linchamientos se derivó de la intensa movilización de vecinos y elementos policiacos para capturar a dos sujetos que alrededor de las 12:30 horas de ayer encañonaron a un hombre con la presunta intención de robarle su vehículo.
No obstante, habitantes que se percataron de lo ocurrido activaron de inmediato la alarma (adquirida con sus propios recursos económicos para inhibir este tipo de delitos) y eso provocó que el par de hampones huyeran corriendo y abandonaran la motocicleta en la que viajaban, color negro y rojo sin placas.
Policías del gobierno capitalino, de la Comisión Estatal de Seguridad y de Investigación de la PGJE se movilizaron junto con la enardecida turba y ubicaron el domicilio en el que los presuntos maleantes se ocultaron, pero no ingresaron al carecer de una orden de cateo.
Empero, alrededor de las 18:00 horas los vecinos se armaron de valor e ingresaron a la vivienda ubicada sobre la calle Zaragoza, a escasas tres cuadras de la iglesia de Acuitlapilco, para capturar por su propia cuenta a los sujetos y fue así que Carlos N. fue retenido y golpeado, pero los demás no fueron hallados.
La confesión
Cuestionado por la población, Carlos N. dijo ser originario de Ocotlán, Jalisco, pero desde hace medio año vive en la entidad tlaxcalteca y un hombre identificado como Iván N., le dio alojamiento en su casa.
Además, aceptó que en diversas ocasiones han cometido atracos junto con otros sujetos "por necesidad" y para darle de comer a su hermano menor.
De hecho, dentro de la casa fueron reconocidos objetos y una motocicleta robada en días pasados a una pizzería de la zona.
La negociación
La presidenta de comunidad, Vastib Cuatepotzo, junto con el director Jurídico del Ayuntamiento, Edgar Pérez, se constituyeron en el sitio para entablar una negociación y poder liberar al individuo retenido, pero no lo lograron y recibieron severos reproches por la inseguridad y la falta de estrategias para hacerle frente a la delincuencia.
Mediante el repique de campanas, cientos de habitantes de Acuitlapilco se concentraron en el lugar y se negaron a que el adolescente retenido fuera liberado hasta que se garantice que será encarcelado.
El rescate
A su arribo, el equipo antimotín de la Comisión Estatal de Seguridad ingresó a la vivienda para buscar, junto con una comisión de vecinos, a los sujetos que presuntamente mantienen azorada a la población al ser víctimas de robo a transeúntes y de casa-habitación.
Ahí, los pobladores exigieron al gobierno de Anabell Ávalos Zempoalteca y a la administración de Marco Antonio Mena "más hechos y menos mentiras", pues la inseguridad cada día va en aumento.
Y tras descartar que más personas estuvieran en el domicilio que fue destruido parcialmente, la población accedió que el joven retenido fuera retirado del lugar para ser trasladado a un hospital y quedar a disposición del Ministerio Público.
