Unos 157 migrantes fueron rescatados de un tráiler cuando pedían ayuda a gritos por un agujero hecho en la caja del camión para poder respirar. Los migrantes, entre los que había alrededor de 40 niños, fueron llevados a una estación migratoria clausurada por recomendación de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila porque no está en condiciones para dar alojamiento.
Presuntamente, los indocumentados eran trasladados desde la Ciudad de México y tenían como destino la ciudad de Nuevo Laredo, desde donde serían internados en Estados Unidos de manera ilegal.
El aseguramiento del tráiler ocurrió alrededor de las 9:30 horas de ayer sobre la carretera Saltillo-Zacatecas, cerca del ejido Tanque Escondido. Agentes federales marcaron el alto al chofer del camión Freightliner, con razón social E.G.G, en el transportaban a los migrantes, quienes a gritos pedían auxilio debido a que algunos de ellos presentaban condiciones de asfixia.
Los federales retiraron el candado de la puerta del contenedor y pudieron salvar la vida de las 157 personas originarias de Honduras, Guatemala y El Salvador.
El chofer de la unidad fue identificado como Alberto Arias, originario de Guanajuato, quien quedó detenido junto a otra persona que lo acompañaba. Ambos fueron consignados a la Procuraduría General de la República, donde enfrentan cargos por tráfico de personas.
Los migrantes rescatados quedaron a resguardo del Instituto Nacional de Migración, quien los albergó en un inmueble donde operó la estación migratoria de la Asociación Gilberto, y que está clausurada por presencia de plagas, falta de baños y servicios de higiene y por no contar con lo básico para abrigar a los migrantes.
REPRUEBA TRASLADO
Mientras un visitador adjunto de la Comisión de Derechos Humanos realizó una inspección al lugar la tarde de ayer tras el traslado de los migrantes, el padre Pedro Pantoja, activista de la Casa del Migrante de Saltillo, reprobó el traslado del grupo de extranjeros a la estación en desuso.
