Los sicarios que atacaron a Estefano Alvarado Granados ―empresario de 22 años, propietario del food truck Chicke N’ Waffle―dispararon desde un automóvil crema en movimiento según testigos de la balacera ocurrida al mediodía de este 8 de octubre, a un costado de la Prepa Ibero en Puebla.
Dos sujetos en un automóvil color crema pasaron frente a la Base de Food Trucks. Estefano se sentó con sus amigos y su novia frente a su negocio de wafles rellenos. Los sujetos pasaron y dispararon directo contra él.
Los empleados de los otros camiones de comida así como los comensales comenzaron a tirarse al suelo y a gritar. Algunos de ellos se guarecieron en una bodega que se localiza al fondo de los food trucks.
Los sujetos pararon el automóvil, que usaba los vidrios polarizados, después volvieron a disparar cuando alcanzaron a notar que se movía.
Su novia comenzó a moverlo pero Estéfano ya no respondió; quedó sentado y su torso sobre la mesa en un charco de sangre. Otro de sus amigos fue herido.
Comenzamos a llamar al número 911 para pedir auxilio. Comenzamos a gritarnos con los otros food trucks para saber si estaban bien”, comentó uno de los testigos con los que habló periódico CENTRAL.