Graciela Pérez Bernabé tenía 23 años, no aparentaba su edad, se casó muy joven con hombre de 32 años, Magdaleno Núñez Castillo, vivían en Reynosa, Tamaulipas.
Chela, como le decía su familia, estaba muy feliz. En estas fechas viajaría a Papantla, Veracruz a pasar las fiestas con su familia, todo se nubló.
El pasado 8 de diciembre del 2018, su esposo la mató. Le dio 15 puñaladas por todo el cuerpo y no le bastó verla sangrar en el piso, le aventó una piedra a la cabeza para asegurarse de que estuviera muerta.
La mató por una discusión que sostuvieron esa mañana. Llegó borracho a casa, le reclamó cosas, le comenzó a gritar ella quiso defenderse, pero Magdaleno era más grande y fuerte que ella.
Chela se defendió, tomó un sartén y lo golpeó, sin embargo, eso desató la furia del hombre y la comenzó a golpear más fuerte, tomó un cuchillo de la mesa y se lo enterró en repetidas ocasiones por todo su cuerpo.
La dejó tirada en el patio de la casa, apuñalada y en un charco de sangre. Huyó del lugar; para enfilarse con dirección a la carretera abordo de un automóvil de alquiler con dirección al municipio Zamoreño.
La Policía Municipal junto con otras dependencias montaron un fuerte operativo para la localización del sangriento homicida, sin resultado alguno.
Horas después Magdaleno Núñez Castillo fue detenido para ser presentado ante el juez por el delito de feminicidio, ese mismo día por la noche lograron su captura en el municipio de Martínez de la Torre y posteriormente quedó en manos del juez de control.
La familia de Graciela Pérez Bernabé exige justicia, piden que el asesino pague por el delito que cometió.
