Un palo de escoba y la ira de un padre de familia, quien presuntamente se encontraba en estado de ebriedad, fue la mezcla perfecta para que la mañana de ayer Pedro agarrara a golpes con un palo a su esposa Verónica Castro y de paso a su pequeño hijo dentro de su domicilio en la colonia Santa Elena.
Los hechos ocurrieron en una vivienda de la calle Santa Mónica luego de que Verónica pidiera a su esposo algo de dinero, el hombre ante la solicitud de la mujer inició una discusión que al cabo de unos minutos subió de tono y escaló a las agresiones con una escoba con la que dio algunos golpes a su mujer.
Verónica recibió escobazos y al tratar de huir de su agresor tomó en sus brazos a Gabriel, de 10 meses e hijo de la pareja, para intentar salir de la casa, pero volvió a ser violentada, fue cuando la madre y el pequeño recibieron varios golpes, y aunque la mujer intentó protegerlo, el bebé fue golpeado en la cabeza y rostro.
AUXILIO
Al escuchar los gritos provenientes de la vivienda, los vecinos dieron aviso a las autoridades para pedir apoyo y tranquilizar al atacante, ya que temían por la vida del bebé y su madre.
Autoridades municipales llegaron al lugar y al ver que el menor presentaba varias lesiones, pidieron una unidad médica para valorar a las dos víctimas de la brutal golpiza.
Paramédicos de Bomberos atendieron el llamado y trasladaron al pequeño Gabriel al Hospital del Niño (HN) para una valoración del médico especialista.
El menor presentó un golpe en el rostro y occipital, por lo que ingresó al nosocomio en código amarillo, aunque sus lesiones no fueron de consideración y su estado de salud se encuentra estable.
A LOS SEPAROS
Pedro fue detenido por violencia familiar y fue canalizado ante las autoridades correspondientes.
La madre y el pequeño fueron vinculados con especialistas para brindarles apoyos psicológico y médico.