20 de Abril del 2024

Nacional

No vamos a permitir proyectos de destrucción, dice el EZLN a AMLO, a 25 años de su levantamiento

- Foto: Especial

Hace 25 años, el 1 de enero de 1994, el EZLN se levantó en armas. 11 días duraron los combates. Luego vino el cese al fuego por parte del Gobierno federal y empezaron los acercamientos para el diálogo.

Por SinEmbargo /

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) advirtió que se opondrá a los megaproyectos impulsados por el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya. Durante el festejo del 25 aniversario de su levantamiento llamó al mandatario mexicano “mañoso” y “tramposo” con los pueblos originarios.

Desde La Realidad, sede del Caracol “Madre de los caracoles del mar de nuestros sueños”, el subcomandante Moisés dijo que el EZLN no le teme al nuevo Gobierno, de acuerdo con diversos reportes de medios nacionales.

“El que está en el poder es un mañoso, un tramposo, nosotros como pueblos originarios no le creemos que pidió permiso para que le vaya bien a México, pidió permiso para destruir a los pueblos originarios”, dijo el subcomandante Moisés y consideró que el 1 de diciembre, durante su mensaje en el Zócalo tras su toma de protesta, López Obrador haya echado mano de los usos y costumbres de los pueblos originarios para simular.

“Vamos a enfrentar, no vamos a permitir que pase aquí sus proyectos de destrucción”, añadió el Subcomandante.

El representante zapatista también habló de la creación de la Guardia Nacional y consideró que se trata sólo de un cambio de nombre pero que siguen siendo los mismos militares.

25 AÑOS DEL LEVANTAMIENTO

Desde el pasado domingo, miles de indígenas encapuchados, bases de apoyo, simpatizantes y milicianos del EZLN procedentes desde los cinco caracoles empezaron a concentrarse desde muy temprano a una comunidad enclavada en la Selva Lacandona para celebrar el 25 aniversario del alzamiento armado.

Hasta este municipio autónomo de San Pedro Michoacán, nombre en honor al Comandante Pedro originario de esa entidad del país, empezaron arribaron miles de hombres, mujeres y niños de los caracoles de Oventic, Roberto Barrios, La Garrucha y Morelia. Tseltales, tsotsiles, tojolabales, choles y de otras lenguas indígenas mayenses chiapanecas.

Con diversos eventos deportivos, artísticos y culturales, empezaron los rebeldes encapuchados sus festividades para recordar aquel 31 de diciembre de 1993 en que empezaron a movilizarse en sus comunidades para irrumpir públicamente el 1 de enero de 1994.

En el acto político-militar estuvo presente toda la Comandancia General del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CG-CCRI), órgano supremo del EZLN. Dicha Comandancia la integran mandos de diversas regiones en las que el grupo armado tiene presencia.

Fundado el 17 de noviembre de 1983, por un puñado de guerrilleros ladinos e indígenas, en el corazón de la Selva Lacandona, el EZLN tuvo una conformación clandestina a lo largo de 10 años en la que tejió una red a lo largo y ancho de toda la región indígena de los Altos, Selva, Frontera y norte de la entidad.

Desde 1982 la Dirección Nacional de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), antecedente del del EZLN, dispuso que dos responsables nacionales, “Germán” y “Elisa”, el militante profesional “Rodolfo” y tres insurgentes indígenas, de alias “Javier”, “Jorge” y “Frank”, quienes tenían cinco años viviendo en casas de seguridad y quizá eran los cuadros mejor entrenados, hicieran el viaje fundacional a la selva, narra la investigadora Adlea Cedillo.

Dice que fue en la montaña de Chuncerro, próxima a la Laguna de Miramar, sin ceremonia ni protocolo de por medio, el 17 de noviembre de 1983 instalaron el primer campamento como Ejército Zapatista de Liberación Nacional al que denominaron “La Garrapata”.

Los zapatistas trabajaron así durante 10 años, sin que el Estado mexicano detectara la labor que realizaban, hasta mayo de 1993 que hubo un choque entre el EZLN y el Ejército Mexicano.

Tras la irrupción armada del 1 de enero de 1994, 11 días duraron los combates. Vino el cese al fuego por parte del gobierno federal. Empezaron los acercamientos para el diálogo. Vino la embestida o la “traición del gobierno federal” hacia el EZLN en febrero de 1995.

Empezaron las mesas de diálogo y negociaciones en 1995 que se truncaron con los acuerdos de 1996, acuerdos en materia de derechos cultura indígena, no cumplidos por el gobierno federal.

Y empezó así la llamada Guerra de Baja Intensidad (GBI) del gobierno federal, llamada así por el EZLN, pues empezaron a dividir a comunidades bases de apoyo, infiltrarse en comunidades, hostigar,acosar militarmente y atacar sus municipios autónomos en 1998.

Fue hasta el cambio de gobierno en el 2000, cuando el EZLN tuvo un respiro con el repliegue militar y su salida de la Selva en el 2001 hasta llegar al corazón del país.

El EZLN creó en agosto del 2003 su cinco caracoles para empezaron a reorganizar a sus bases de apoyo. En el 2005 hicieron su “Otra Campaña”, para salir otra vez de Chiapas y recorrer el país.

Con el Congreso Nacional Indígena (CNI) empezaron a trabajar de cerca para impulsar una candidatura indígena presidencia de María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy. Lo que no prosperó.

Ahora con un gobierno no priísta ni panista, con el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, prepara una nueva estrategia de lucha.

Para ello, del 26 al 30 de diciembre realizaron el Encuentro de Redes de Resistencia y Rebeldía, de Apoyo al Concejo Indígena de Gobierno (CIG), donde abordaron “los resultados de la consulta interna derivada del encuentro del mes de agosto pasado; el análisis y valoración de la situación actual de sus mundos; así como el ¿Qué sigue?”.

“Acordamos consultar en nuestras comunidades, pueblos, naciones, tribus y barrios las formas y modos de construir junto con las redes de redes, chiquitas y grandes, una coordinación que nos enriquezca en el apoyo y la solidaridad, que haga de nuestras diferencias nuestra fuerza, en redes de resistencia y rebeldía con la palabra que nos hace ser uno solo, de manera respetuosa y horizontal”, explicaron los indígenas del CNI-CIG.      

SinEmbargo

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