25 de Abril del 2024

Nacional

Gaby Kobel: asesinada, calcinada, enterrada y, además, injuriada

- Foto: Especial

Ésta es la historia de la muerte de Gaby Kobel que nadie más contó porque en este país los chismes son excusa para que te incineren, te entierren y te olviden. Su legado a pesar de todo será eterno para quienes la conocieron

Por Sin Embargo / Quetzali García /

Escondieron tu cuerpo usando maquinaria pesada, quemándote debajo de una tonelada de tierra. Tu cuerpo desmembrado ardía todavía cuando se imprimieron periódicos que decían que huiste con “un militar al que le anda puliendo el arma”. Esa portada, fue peor que otra bala: el objetivo, manchar tu nombre, humillarte después de muerta para que nadie te buscara, para borrarte y hacer cenizas tu legado. ¿Cómo se despertaría el mundo si esto le hubiera pasado a Claudia Sheinbaum?

El feminicidio de la Alcaldesa Gaby Kobel en Sabinas, Coahuila un día antes de rendir su informe de gobierno dejó claro la ausencia de garantías para las mujeres en situaciones de violencia. La Fiscalía informó primero que su desaparición era producto de un asunto personal, que no había indicios de violencia y que se encontraba bien. Para posteriormente encontrar sus restos en el rancho de un político y empresario.

¿Cómo se despertaría el mundo si esto le hubiera pasado a Tatiana Clouthier?

¿Mensaje? Esta imagen de la Virgen de Guadalupe terminó calcinada sin explicación aparente durante los rosarios por la desaparición de Gaby. Fotos: Vanguardia/Mayra Franco

El mundo solo se detuvo en Juárez, Coahuila. Confirmaban que era el cadáver de la mujer más valiente del municipio cuando cruzábamos un tramo desértico de la carretera.

La señal se perdió un momento, mi aplicación de mapas digitales se desvaneció y un grupo de hombres armados nos detuvo. ¿Son policías?¿Por qué de pronto tengo tanto miedo? Nos preguntan que a dónde vamos y por qué.

Señalo la identificación del periódico:

-Cubrimos la noticia de la Alcaldesa que mat...”.

-Ándele, entonces Juárez queda por allá.

Obedecí sin revisar Google Maps.

Rompí la primer regla: “No confíen en nadie”.

Pasamos la base militar donde un soldado observa y registra nuestra presencia.Todos nuestros movimientos están apuntados en una bitácora que jamás veremos. Unos metros más adelante, ya se alcanzan a ver los brazos del Río Sabinas y recuerdo un poema de Neruda: “Yo no sé/lo que dicen los cuadros ni los libros(...)/pero sé lo que dicen/ todos los ríos/Tienen el mismo idioma que yo tengo.”

MURIÓ POR SU PUEBLO

Quisiera poder preguntarle con qué colores se despidió de Gaby. Pero el río es mudo. Y no vine a hacer poemas. Estamos hablando del primer edil asesinado en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, quien no emitió ninguna opinión respecto a este asesinato. La muerte de Gaby, una mujer que defendió a su municipio de un fraude de 700 mil pesos que le costó la vida y su reputación le pasó de noche a todos.

¿Por qué alguien defendería así el patrimonio de su pueblo? Para contextualizar las dimensiones de esa cifra hay que aclarar primero que Juárez es una ciudad que tiene mil habitantes y su presupuesto equivale al 1% del total que se le da a la capital del Estado. Lo que Gaby reclamaba era un cuarto del total que se destinaba a la obra pública de Juárez. El arco de bienvenida era un proyecto que parecía sencillo pero hubiera sido equivalente a que no se hubiera construido el Teleférico en Torreón. A su vez la administración encabezada por Gaby Kobel cumplió todos los compromisos de campaña. Pese a esto,el monumento más importante para ella siempre fue el techo malla sombra de la escuela.

Sin Embargo

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