El sacerdote y activista Alejandro Solalinde rechazó hoy la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), propuesta que le había hecho Andrés Manuel López Obrador, el virtual ganador de la Presidencia de la República.
En conferencia de prensa, Solalinde argumentó que rechaza ese cargo porque quiere “ser libre” y no le importan ese tipo de encomiendas que solo lo apartarían de su ministerio sacerdotal, centrado principalmente en la defensa de los migrantes.
Quiero ser libre, soy un sacerdote de a pie, soy un misionero de a pie. No me imagino como funcionario. No puedo ser funcionario”.
La legislación civil mexicana, concretamente la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, prohíbe a los sacerdotes en funciones ejercer cargos públicos. Mientras que el Código de Derecho Canónico —la legislación interna de la Iglesia— estipula lo mismo, a no ser que el sacerdote obtenga un permiso de la Santa Sede para fungir temporalmente como funcionario público.
Pese a estos impedimentos legales, Solalinde indicó que su condición de sacerdote no rompería con el Estado de Derecho en caso de que hubiera aceptado el puesto, argumentando que “los derechos humanos no son incompatibles con el ministerio”.
Al declinar por adelantado al cargo, el religioso indicó que le propondrá al equipo de transición de López Obrador que, en su lugar, se proponga a Elizabeth Lara para presidir la CNDH, pues —dijo— “es una servidora pública ejemplar, una persona íntegra por donde le busquen”.
Señaló que Elizabeth Lara, por ser mujer, representaría además “una travesura para las estructuras machistas en México”.
Por otro lado, a través de su cuenta de Twitter, Solalinde informó que el empresario Alfonso Romo, propuesto como jefe de gabinete de López Obrador, ofreció reunirse con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para promover el “diálogo” con el gobierno entrante.
Alfonso Romo ofrece reunirse con los Zapatistas. A través de él, el ahora presidente electo continúa invitando al Movimiento Zapatista al diálogo. Los Zapatistas tienen la palabra.
— Alejandro Solalinde (@padresolalinde) 11 de julio de 2018
