"Puebla Sigue creando monopolios en el transporte público, sigue sufriendo el fraude electoral”, eran las palabras que con un auditorio ya casi vacío repetía el presidente de la Mesa Directiva, José Juan Espinosa como respuesta al último Informe de Labores del gobernador de Puebla, Tony Gali. Mientras a unos cuantos kilómetros en el Auditorio de la Reforma —de manera simultánea— el mandatario estatal era aclamado por sus invitados y se despedía uno por uno de los asistentes.
Así fue el último informe. Desde dos trincheras, todo el tiempo dos trincheras: en el Congreso local los morenistas con discursos de crítica a la administración contra los halagos de los diputados de la alianza morenovallista. Los legisladores de oposición acusando fraude electoral y los panistas defendiendo a Martha Erika como su gobernadora electa. Unos en el Poder Legislativo con sed de venganza y otros en el Auditorio de la Reforma con la satisfacción de un gobierno que termina el 14 de diciembre.
José Juan Espinosa, quien unas semanas antes se había agarrado a golpes con su correligionario de Movimiento Ciudadano, Carlos Morales, criticaba la ausencia de Gali y decía, solo decía, que claro que había condiciones para que personalmente, como es costumbre, entregara su Informe en el Congreso.
Habían nombrado al secretario General de Gobierno, Diódoro Carrasco para que lo fuera a entregar pero de último momento mandaron al titular de la Secretaría de Educación Pública, Ignacio Alvízar, al acto protocolario y él solo permaneció sentado en la silla mientras escuchaba la verborrea de la izquierda.
Los tiempos no les dieron, el evento de Tony Gali estaba programado para las 12:00 del día y faltaban aún las posturas de los diputados que se hacen llamar “de oposición”. Entonces poco a poco empezaron a abandonar la sala el presidente del CCE, Carlos Montiel; los demás representantes de las cámaras empresariales; los comisionados del ITAIP; y otros más que se apuraron a llegar a saludar al gobernador de Puebla.
Así, con el auditorio semivacío, Espinosa Torres tomó Tribuna para pronunciar un discurso que no logró escucharse hasta el cerro de Los Fuertes. Con Luis Alberto Arriaga y Rodolfo Huerta como sus principales aplaudidores.
Mejor el súper delegado, Rodrigo Abdala recibió la atención de los invitados, los halagos desde Tribuna, y fue asediado al final de la Sesión Solemne por decenas de diputados, alcaldes y funcionarios que buscaban sacarse una foto o hacerle alguna petición.
El grito de “fraude” que los diputados de Morena, PES y PT intentaron alzar desde el Palacio Legislativo, no calló el discurso de Tony Gali quien presentó a Martha Erika como gobernadora electa y le deseó éxito en su mandato.
A ti a Martha Erika el mayor de los éxitos por lo que está por venir. Tienes todo mi apoyo para trabajar de la mano”, le dijo mientras el auditorio aplaudía.
Así, José Juan se fue haciendo más pequeño y se escuchaba menos mientras Tony Gali le ofrecía sus últimas palabras, lo acusaba de interrumpir la paz del estado y de actuar con violencia, claro, sin mencionar su nombre, porque ni su nombre llegó al Auditorio de la Reforma.
Puebla sufre acciones constantes que pretenden interrumpir su paz y progreso. Presenciamos una de las escenas más amenazantes para la vida democrática. La coyuntura electoral ha sembrado la intolerancia en esta tierra que es la tierra de todos. No hay motivo alguno que justifique la violencia. Me duele como a muchos, ver a una Puebla atrapada por las garras de la pasión descontrolada de algunos actores políticos”.
Le decía que no iba a caer en provocaciones y mucho menos a responderle:
El diálogo es posible si unos y otros actores se reconocen, negarse a dialogar es negarle a Puebla cualquier posibilidad de progreso. La buena política exige pasión y al mismo tiempo mesura, sosiego interno de sí mismo (...) Los invito respetuosamente a actuar con responsabilidad, los convoco a dignificar la política, no es demasiado tarde para disculparse con la sociedad, yo seguiré siendo prudente ante cualquier iniciativa de polarización o agresión a mi persona, no responderé a las agresiones a mi investidura, porque como gobernante mi actuar es en la reconciliación de los poblanos”
José Juan Espinosa no se escuchó, no porque le faltara la razón sino porque unos años antes apoyó al gobernador, porque en 2010 acompañó activamente la alianza que llevó al triunfo a Rafael Moreno Valle; porque renunció de última hora a Movimiento Ciudadano para subirse al éxito de Morena, lograr un cargo desde el PT y convertirse por tercera vez diputado local: la primera marinista, la segunda morenovallista y esta tercera lopezobradorista.
VER: Morena se venga de Gali por vetos y lo critican en su último informe; aliancistas lo defienden
Así, mientras José Juan Espinosa dejaba la Tribuna y la mitad de los diputados corrían para alcanzar a llegar al Auditorio de la Reforma, Tony Gali subía con su familia al escenario para agradecer por los 22 meses de su gobierno.
Casi dos horas estuvo arriba mientras políticos, trabajadores, periodistas e invitados se formaron para despedirlo.
