29 de Marzo del 2024

Deportes

River Plate se corona en una dramática final de la Copa Libertadores

- Foto: Especial

Después de los conflictos que se vivieron en Argentina y con la polémica decisión de llevar la final del torneo sudamericano al Santiago Bernabéu, el partido pudo llevarse a cabo en calma. Los primeros 45 minutos brindaron más tensión que emoción.

Por Marca /

Al fin se decidió al campeón. Un mes después, el Clásico argentino tuvo que ser trasladado a España para que se conociera al nuevo monarca de la Copa Libertadores. En tiempo extra y sin tanto dramatismo como el que se vivió fuera la cancha, River Plate venció 3-1 (5-3) a Boca Juniors y así se llevó el título y su boleto al Mundial de Clubes.

Después de los conflictos que se vivieron en Argentina y con la polémica decisión de llevar la final del torneo sudamericano al Santiago Bernabéu, el partido pudo llevarse a cabo en calma. Los primeros 45 minutos brindaron más tensión que emoción.

Ver un River ante Boca en Madrid, sin entrar en las razones por las cuales vino a estos lares, es como ver un Real-Atlético en Chicago o un Betis-Sevilla en Bangkok, es decir, se mantiene el cartel, pero la realidad nos llevó en el Bernabéu a un escenario raro y desubicado para un superclásico histórico, pero insípido, al menos para aquellos que hemos visto alguno o muchos en sus estadios originales, Bombonera, sobre todo, o Monumental, donde siempre se debió jugar este.

No hubo grandes sobresaltos en las alineaciones, con ofensivos 4-3-3 en ambos lados, intenciones ofensivas para ser una final de Libertadores. El escenario obligaba, sobre el papel, a mostrar buena cara.

Estar fuera de ubicación y los 30 días que transcurrieron desde la ida, convirtió la noche en un duelo en el que los jugadores parecieron incluso peores. Y no son tan mediocres como parecieron. Y ojo, hay que entender a los 'players': final de vuelta, quien perdiera quedará en la historia, en una ciudad y continentes ajenos, con muchísima tensión. No es fácil darle a las piernas. Había que ser Riquelme para jugar bien aquí.Y en esto, llegó la buena jugada entre Nández y Benedetto.

Justo antes del descanso. Dio emoción a un horrible primer tiempo. Y Pity, el 10 de River, anulado por sistemas defensivos que se aburrieron entre sí.

Segunda parte con tensión, con un penalti no posible marcado a Pratto, con mucha caída, con más intención (lógica) de un hasta ese momento apagado River, pero... nada. Gallardo metió a Juanfer Quintero, que en un contexto tan bélico era Maradona, y Boca, más munición, más pelea, con Wanchope por Benedetto.

Y lógico: vino el 1-1. Jugada entre Juanfer, Nacho y Palacios. La grada se caldeaba un poco. Crecía la tensión. La Doce de Boca (o lo que había de ella) seguía alentando.

Fue lo mejor del choque. Y eso que, como dijimos, era poco color para un superclásico normal. La segunda parte se digería mejor.

Los goles descubrieron cosas, los 'players' se destensaron y algo vimos, no mucho, con un buen Quintero -de buen pie sin ser crack-. Lo intentaba River, al menos, que no es poco con lo poco que se vio.Prórroga y todo igual, pero con un Boca diezmado por la expulsión de Barrios, jugador correcto sin más.

Era la ocasión de River. Le quedaban 27 minutos de la prórroga, y con el exmadridistas Julián Álvarez en juego.

River dio más... y llegó el histórico gol del mejor, Juanfer Quintero. Boca murió con el palo de Jara en el 121' y el 3-1 de Pity en el 122. Así llegó el título, así se coronó River Plate.

Marca

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