Don Draper de Mad Men, Jackson Teller de Sons of Anarchy y Harvey Specter de Suits... la representación del hombre aparentemente ideal pero que no está disponible emocionalmente para ninguna relación, al menos ninguna saludable.
Esta es la primera parte de dos artículos que escribiré sobre personas imposibles para tener una relación y sí, en efecto, me refiero a imposibles en el sentido “malo” de la palabra.
Resumí en ‘imposible’ a algo que podríamos llamar: hombres emocionalmente no disponibles. Este término se refiere a hombres que parecen muy funcionales en su vida cotidiana pero que son prácticamente imposibles de descifrar cuando se trata de tener una relación. Distantes, siempre preocupados por ellos mismos, siempre con metas ambiciosas, con la apariencia ideal dentro de su contexto y con una constante preocupación por no quedar como ‘los malos del cuento’.
Es probable que muchas personas en su entorno los admiren por profesionales, por conseguir sus objetivos o porque usualmente les acompaña una imagen de éxito, sin embargo, a puerta cerrada están siempre ensimismados, son incapaces de empatizar o de expresar cariño genuino por su pareja. Esto no quiere decir que no sientan amor, sino que tienen una enorme dificultad para expresarlo de manera abierta.
Es frecuente que esta dificultad para hacer vínculos reales venga de su pasado: suelen haber tenido pérdidas de alguno de los padres, se recargaron en ellos expectativas de ser ‘el ejemplo’, o provienen de una situación económica difícil de la que salieron adelante con un esfuerzo casi sobrehumano.
Tener una relación con un hombre así frecuentemente produce sentimientos ambivalentes. Por un lado generan en sus parejas mucha admiración y por el otro, producen la sensación de soledad en quienes les rodean. Esto porque no se entregan nunca por completo y podría parecer que siempre tienen un pie afuera de la relación.
Su nivel de autocontrol es desconcertante, son siempre dueños de la situación hasta que se acumula la emoción y entonces explotan en impulsos usualmente autodestructivos: beben, pelean físicamente, manejan a gran velocidad, sabotean sus relaciones, discuten con sus familiares, tiran por la borda sus negocios.
Insisto en que no son hombres malvados, no son maltratadores, simplemente no están disponibles porque viven en su propio mundo. Ese del “primero yo, después yo y al último yo”. Y ¿no es ese el mundo en el que la cultura actual nos quiere meter a todos?
Estos hombres frecuentemente atraen a personas que se sienten fácilmente seducidas por la imagen de éxito, a quienes les gustan los retos o que tienen muchas ganas de ‘arreglarlos’ porque los perciben como rotos. No obstante, quienes les amen siempre se toparán con pared pues estos hombres suelen competir enérgicamente incluso con sus parejas.
¿Necesitas más ejemplos? Bruce Wayne, Tony Stark, Wolverine, Green Arrow... Sí, la fantasía cotidiana.
Quizá el mejor tip aquí es que si estás con una persona con estas características, revises en tu interior ¿qué te motivó para estar ahí? ¿Qué te gusta y qué te mueve? Pues de no tenerlo claro, estarás frustrándote frecuentemente por ‘no obtener’ nada de él.
Me encantará leer sus comentarios en Twitter @betzalcoatl. La próxima semana la columna estará dedicada a las mujeres imposibles.
¡Feliz aniversario Periódico Central!
