29 de Marzo del 2024

Mitos sobre la depresión

Por Betzabé Vancini / /

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La primera vez que tuve depresión tenía 13 años de edad. Mis padres me veían sufrir, permanecer lánguida en la cama, faltar a la escuela, no comer, no dormir y no sabían cómo ayudarme. Pasaron algunas semanas y un médico amigo de la familia me diagnosticó algo que se conoce como episodio depresivo de tipo ansioso, una forma de la depresión en la que la persona no experimenta tristeza y desgano sino crisis de ansiedad constantes, “el infierno”, le llamo yo. 

Según datos de la OMS, cerca del 85% de la población mundial ha experimentado al menos un episodio depresivo en su vida, la mayoría de ellos sin recibir diagnóstico ni tratamiento.  El gran problema es que la depresión es una enfermedad estigmatizada y frecuentemente confundida con la apatía, y dado que para mí es un padecimiento que veo siempre de manera cercana, pensé en abordar los mitos más frecuentes sobre la depresión. 

Estos son algunos:

1. Se quita echándole ganas. 

2. Elegimos estar deprimidos.

3. Entramos y salimos de estados depresivos varias veces durante el día. 

4. Es flojera y un buen pretexto para no hacer las cosas.

5. Se cura “sola”.

6. Hay que distraerse y evitar pensar en ella para curarse. 

7. Si tomas medicamentos antidepresivos te vuelves adicto y los tomas de por vida. 

8. Una persona deprimida solo necesita un abrazo o cariño.

9. La depresión es contagiosa y hay que alejarse de la gente que la padece. 

10. Tiene orígenes espirituales o metafísicos. 

Aquí un poco de lo que se trata realmente la depresión: 

Es un padecimiento frecuente que tiene su origen en un desequilibrio de la recaptación de serotonina en el cerebro. Se diagnostica a partir de que se tenga ánimo depresivo durante varias semanas de forma constante.  En algunos casos, este desequilibrio se produce por un suceso desencadenante -una ruptura o la muerte de un ser querido-, en otros casos puede ser provocado por el clima -la ausencia de sol entorpece la recaptación de serotonina- como en los países nórdicos; y, en otros casos se genera  por un desequilibrio biológico sin causa específica. Es decir, que un día tu cerebro simplemente deja de producir serotonina y te sientes mal. 

Aunque la depresión es frecuentemente asociada con la tristeza, en realidad, el sentimiento más común es la indiferencia. A la persona que está deprimida no le motiva nada, no le entusiasma nada e incluso hay casos en los que tampoco les duele nada. Solo están ahí, viendo la vida gris y plana. 

Existen muchos casos en los que la psicoterapia es la forma más efectiva de tratar la depresión, pero al ser un desequilibrio orgánico, otros casos requieren medicamentos y atención psiquiátrica. Existen medicamentos antidepresivos de última generación que no solo no producen dependencia sino que además ofrecen un efecto que ayuda a la persona a recuperar su vida rápidamente y a rehabilitar su cerebro para posteriormente dejar el medicamento. 

Es importante no ignorar el padecimiento y acudir con un profesional de la salud mental. Siempre se puede salir adelante con la ayuda adecuada. 

Este video de la OMS presenta una forma empática de ver el mundo de alguien deprimido. 

Como siempre, estaré  atenta a todas sus preguntas vía Twitter @betzalcoatl

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