19 de Abril del 2024

La reforma educativa… ¿vale la pena mantenerla sin cambios? (II)

Por Martín Ochoa / /

lalampara interiores

Este artículo es el segundo de una serie en donde abordaré la reforma educativa con el objetivo de informar sus particularidades y la intención de que usted mi querido lector evalúe si es correcto el discurso de que la reforma educativa, tal y como está planteada, puede impulsar a nuestras futuras generaciones hacia un futuro más preparado. En esta ocasión se analizará la ley en su capítulo dos que lleva por título “Del federalismo educativo”.

Inclusión, Equidad y Calidad Educativa

Tratar de abordar la reforma educativa desde un sentido puramente legal así como también interpretarla desde aspectos ya sean administrativos o académicos de manera aislada resulta una labor incompleta, especialmente porque es importante reconocer que cada uno de ellos debe estar entrelazados para poder entender aplicación operatividad y objetivo.

En un primer vistazo puedo afirmar que la reforma educativa plantea elementos de continuidad de las reformas anteriores por ejemplo: la obligatoriedad de la educación en los sistemas preescolar, básico o medio así como también posicionamientos que pretenden alcance universal debido a que se reconocen las distancias que existen entre la educación pública, privada, rural indígena y comunitaria, así como también temas relacionados con la reducción de la brecha de género y la educación inclusiva.

Sin embargo en el momento de profundizar el estudio del texto, es conveniente empezar a hacer cuestionamientos con la intención de clarificar el sentido que persigue esta reforma, especialmente cuando nos cuestionamos la operación de este catálogo de directrices, esto es la aplicación a nivel de campo.

Un primer cuestionamiento surge cuando en el artículo séptimo hace referencia a la promoción del conocimiento y pluralidad lingüística incluyendo como un aspecto especial el respeto a los derechos lingüísticos. Si nos preguntamos cuál es la respuesta que ofrece el gobierno para poder cumplir con esto, nos lleva al documento: “aprendizajes clave para la educación integral”, mismo que fue emitido en el año 2017. Es importante en este punto hacer notar que la línea de tiempo entre la definición de la reforma educativa y este último documento es de 2 años de distancia.

La operación de la aplicación de los aprendizajes clave para la educación integral documenta el apartado de inclusión y equidad y da respuesta acerca de lo que se debe considerar para que -por ejemplo-, los requisitos descritos en el artículo séptimo se puedan concretar. En teoría, se debe dar prioridad durante el proceso educativo a los hablantes de lenguas indígenas y población migrante, en términos prácticos esto significa que: debido a que todos tenemos las mismas oportunidades de acceder a la educación, se debe fomentar en las escuelas en donde se detecten niños quienes utilicen lenguas indígenas o en condiciones de migración, el uso de material didáctico escrito en su lengua así como también de profesores quienes puedan transmitir los conocimientos tanto en español con una lengua indígena.

Esto implicaría que en las escuelas públicas se cuente con personal contratado específicamente para responder a esta última necesidad. Sin embargo también es cierto que esta última condición no ha sido prevista ni en el plan de estudio de los estudiantes de las escuelas normales ni tampoco en los esquemas de contratación de nuevos profesores, lo que evidentemente repercutirá en una aplicación parcial de este compromiso histórico que no ha sido atendido en cada uno de los gobiernos anteriores.

Por otra parte, la reforma educativa define a la calidad como la congruencia entre objetivos, estados y procesos del sistema educativo conforme a las dimensiones de eficacia, eficiencia, pertinencia y equidad, esto podemos encontrarlo en el artículo ocho de la referida reforma. Cabe apuntar que el intento de la definición de calidad educativa queda ampliamente sujeta elementos de interpretación y por lo tanto existen elementos de subjetividad, evidentemente la visualización de conceptos como eficacia educativa o pertinencia son distintos entre docentes, directivos, autoridades o alumnos. Por lo que la dispersión de acciones –aunque bien intencionadas-, en función de desarrollar el concepto de calidad educativa es evidente.

Para tratar de justificar esta visión de calidad, la reforma incluye la aparición del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa cuya constitución analizaremos en artículos posteriores, pero que podemos adelantar que está concebido con la intención de desarrollar mecanismos de evaluación educativa. De hecho, puedo afirmar que uno de los principales conflictos que se tiene con respecto a esta reforma es la ambigüedad con la que se pretende definir y actuar en favor de la calidad educativa veamos un ejemplo.

En el artículo doce menciona que es responsabilidad del gobierno determinar planes y programas de estudio para preescolar, primaria, secundaria y los institutos normales, observemos además en este caso, que el concepto de calidad educativa ya está sugerido dentro del proceso de enseñanza de los futuros docentes, quiénes deberían allegarse de conocimientos relacionados con este criterio, sin embargo la realidad es muy distinta ya que los contenidos de enseñanza no cuentan con la actualización tanto en interpretación como en la aplicación. Es por esto que hasta la fecha se puede asegurar que los alumnos de las escuelas normales aún no han interiorizado este principio.

Y si eso sucede en las escuelas normales, aún es más complicado para los docentes de carrera, pese a que dentro de la misma reforma en su apartado cuatro lo menciona indicando que “se debe regular un sistema de formación, actualización y capacitación para maestros de educación básica”, este proceso aún no ha sido ni definido ni ejecutado, lo que además impacta de manera directa en la seguridad laboral de nuestros maestros puesto que los procesos de evaluación docente ya se iniciaron desde hace cuatro años.

Nos encontramos entonces con una paradoja, en donde por una parte el gobierno se compromete a fomentar la capacitación docente en términos de calidad, no solamente para los futuros maestros que están estudiando en las escuelas Normal, sino también en nuestros docentes que están en este momento en frente de las aulas trabajando con nuestros alumnos, pero por otra este compromiso aún no ha podido ser cubierto y que sin embargo es un referente para la evaluación de la carrera docente y se convierte en un condicionante para su permanencia.

En este sentido discurso oficial de las bondades de la reforma educativa se encuentra incompleto y requiere acciones más que palabras, es en este punto en donde vale la pena pensar que la Reforma Educativa no está siendo operada de manera efectiva y que además el gobierno no ha establecido (o al menos comunicado), un plan de acción para su implementación.

Publicidad