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La estrategia fallida del morenovallismo

Por Yonadab Cabrera Cruz / /

losamantes inte yona

Mucho me han contado sobre la estrategia del morenovallismo para dividir los votos de sus adversarios en la contienda por los ayuntamientos, además de cumplir con la paridad de género, pero ahora sí les ha fallado el plan macabro.

Temo decirle a los fans de @RafaGobernador que esta vez les está fallando la estrategia político- electoral y Fernando Manzanilla evidenció la semana pasada en Juego de Troles un poco de esta estrategia que Moreno Valle le compró al Güero Velasco y que le vendió como lo más innovador, la última moda en materia electoral.

¿En qué consiste?

Ya saben, que en algunos municipios cada partido de la megacoalición Por Puebla al Frente, llámese PAN, PRD, MC, Compromiso por Puebla y el PSI, postularan a su propio candidato para restarle votos a Morena y al PRI y sumárselos todos a Martha Erika Alonso.

Todo suena muy bonito, muy brillante estrategia, pero no calcularon algunos factores que ahora ponen en riesgo el éxito de la operación y que como diría mi adorada Selene Ríos “se les está haciendo bolas el engrudo”, pues se supone que un partido sería el encargado de postular al candidato más competitivo y el resto les serviría de esquiroles.

Incluso, repartieron las candidaturas de tal modo que sumando los espacios que le correspondería a cada partido político en los ayuntamientos, le darían el triunfo a Martha Erika y al mismo tiempo garantizarían la sobrevivencia de los partidos satélite como Compromiso por Puebla o Pacto Social de Integración.

Si hay dudas de esta estrategia, hay que preguntarle a la diputada local Corona Salazar que fue postulada para candidata a alcaldesa de Teziutlán por el PAN y a quien supuestamente le metieron en la contienda a Carlos Peredo Graú como candidato de Compromiso por Puebla para dinamitar la estructura del PRI y de Morena.

Pero jamás pensaron que el ex priista y perseguido del morenovallismo, tendría tanta aceptación que ahora le disputa la alcaldía a la panista quien según era la más competitiva y garantizaba el triunfo de la coalición.

Otro caso similar es el de Tecamachalco, pues todo parecía indicar que Nachito Mier era el bueno de la coalición a través del PRD, pero entró en la disputa el hermano del actual alcalde Inés Saturnino López Ponce, Isaac López Ponce por Compromiso por Puebla. Y ahora esta familia le está complicando el escenario a Ignacio Mier Bañuelos.

Y así me podría ir municipio por municipio, pero el resultado sería el mismo, llegaríamos a la misma conclusión y yo me aburriría de escribir y ustedes de leer. Basta con estos dos ejemplos tan sencillos y representativos.

Además, esta situación ha generado otro problema que en su momento detonó Martha Erika Alonso y que los medios no le dimos la importancia que se merecía, pues ella declaró que no haría campaña con los candidatos a las alcaldías.

Y aunque no dijo las razones, ha trascendido que es justamente por esta división que ha generado la estrategia de la coalición, ya que tendría que subir al presídium a todos los aspirantes o si elige hacer campaña con uno, los otros se lo tomarían a mal y la acusarían de favoritismos.

Esto mismo les está pasando a los candidatos a diputados federales. Ya no saben si hacer campaña o no con los abanderados a las alcaldías, pues podría haber una fragmentación y terminarían operando para sus adversarios. Pero encima de todo, como en algunas regiones impusieron a priistas en las candidaturas, ahora los panistas, perredistas y demás secuaces se niegan a hacer campaña para ellos.