28 de Marzo del 2024

No soy exitoso ¿y qué?

Por Rolando Ochoa Cáceres / /

panza identifi

Creo que las persecuciones más crueles e hirientes son aquellas que están ligadas con el éxito. En este punto quisiera detenerme. Cuando digo que el éxito es doloroso hablo aquí de la ilusión, de la fantasía que rodea esa palabra. Se nos han mostrado hasta el cansancio muchos ejemplos sobre lo que es (y debería ser) el éxito. Ganar cantidades inimaginables de dinero, tener al o a la súper modelo a tu lado, viviendo en una súper mansión, tener mil propiedades, ser saludado por medio mundo, no tener problemas en hacer filas o esperar una mesa, ser aplaudido por todos, ser reconocido por todos, etcétera.

Puede que así sea y puede que se sienta bien llegar a esos niveles sin embargo creo que no a todos nos va a ocurrir de esa forma y no todos estamos destinados a vivir esa especie de ilusión del éxito. Creo que lo más doloroso del asunto es que cuando no concretamos esas metas que nos llevan a esa forma del éxito nos vienen recuerdos de que quizá nuestros padres nos dijeron que éramos los mejores del mundo, porque quizá alguien nos dijo que somos súper especiales y podemos acabarnos el mundo, porque quizá alguien nos dijo que somos únicos y diferentes o simplemente nos dijeron que el mundo es nada para nosotros. Creernos esas palabras a algunos probablemente nos ha conducido a tener una vida no exenta de frustraciones o de desilusiones. El ego comanda y también tortura.

Por estos días leí en alguna parte la pregunta ¿por qué quieres ser especial? Y durante mis caminatas no logré responderme porque creo que no soy especial y porque muy pocas veces me he sentido así. ¿Qué es eso de sentirse especial, diferente? Más allá de la cuestión de la biología, del espíritu y todos esas ciencias y filosofías que nos dicen que sí, que somos únicos y nuestra vida es única y nuestro destino es único, la verdad, es que nada de eso lo he entendido ya que forzosamente contemplarse así exige sobresalir y mostrarse al mundo de esa manera.

Me puse a pensar si en ello no hay un gran acumulamiento de estrés y creo que sí. Pensar que, pase lo que pase tienes que destacar acarrea demasiadas obsesiones y ansiedades ya que, si no se cumple ese propósito entonces ocurre el menosprecio y se fractura el autoestima.

He escuchado y leído las cosas que dicen y escriben los modernos sacerdotes de la felicidad, sobre todo cuando salen en sus videos haciendo llamados frenéticos y hablan en su gran mayoría de la posibilidad de lograr todo aquello que te propongas siempre y cuando estés dispuesto y voluntarioso y tengas un fuego interior y seas tú un incendio viviente y muchas cosas. En algún momento compartí esas ideas pero ahora me doy cuenta que esas frases o esos discursos son demasiado crueles y perjudiciales. Es muy probable que no logre dar un concierto de jazz en el auditorio nacional pero ¿realmente eso es lo que importa para subirme en el escalón de lo único y especial? Tengo conocidos que desean ser escritores pero no escriben lo suficiente porque les da pavor la crítica, el rechazo y porque dicen que nadie los va a publicar, entonces ¿por qué quieres ser escritor si en realidad el hecho de escribir va mucho más allá del adorno de esta bella actividad? Todos quieren aparecer en el periódico, ser nombrados y reconocidos como las grandes efigies de la literatura. Sueñan mucho más de lo que hacen y es por eso que efectivamente nadie los publica y nadie los lee porque no escriben o si lo hacen tienen todas las pretensiones del mundo encima y su voz se parece a la de miles. Recuerdo que un conocido hace mucho tiempo me preguntó si recibo dinero por todo aquello que escribo y le dije que no y se sacó muchísimo de onda. ¡Cómo es posible que hagas algo gratis! Me decía este sujetillo y yo le respondí que mi meta jamás ha sido ganar dinero por escribir sino más bien, expresarme y, por muy romántico que suene, llegarle a la gente con mis reflexiones y probablemente, desde las letras, hacer un bien.

Recuerdo que hace unos años una chica se sintió hasta ofendida conmigo porque mi ejercicio de profesor no me dejaba las grandes ganancias. ¿Vives bien así? Me preguntó extrañada y le dije que claro que un mejor sueldo no me haría daño pero tampoco vivo pensando en ser millonario dando clases de literatura. Le dije que si esa hubiera sido mi finalidad seguramente hubiera sido político, negociante o criminal y ahí sí seguramente los ríos de dinero hubieran sido otros pero no es el caso.

Si ser exitoso implica ser especial entonces, me parece, soy el ser más ordinario del mundo. En esa caminata donde apareció la pregunta ¿por qué quieres ser especial? Me di cuenta que en todo lo que hago, consciente e inconscientemente intento siempre resaltar, ser la palabra subrayada y la verdad es que viendo los resultados de ese subrayado en ningún momento me he vuelto ni millonario ni inmortal. Todo es tan efímero, tan pasajero que ni siquiera tiene sentido el éxito.

Los sacerdotes de la felicidad dicen que uno es mediocre por no pensar en grande pero ¡qué carajos significa pensar en grande! Dicen que el éxito viste bastante bien pero entonces ¿todos los que hacemos actividades ordinarias como dar clases, ser mesero, cocinar, administrar, etcétera, vestimos mal?

Creo que la vida es mucho más que andar buscando el reconocimiento y el aplauso de los demás. Creo que la vida es mucho más que andarse matando por dinero o por querer destacar como el gran escritor, el gran hombre de negocios, el gran cantante… Tom Brady dice que él antes de cada partido hace todo lo posible para llegar preparado, es decir, entrena, estudia al rival, platica con sus compañeros sobre las estrategias, ve miles de videos, lanza miles de balones… Dice que llega al partido suponiendo tener todo controlado y sucede que llueve o le interceptan un balón y puede perder el partido y sin embargo, ¿por qué arrepentirse si él antes se preparó lo suficiente para enfrentar ese partido de la mejor forma? Y vaya que Tom Brady ha ganado super tazones como los ha perdido. Creo que eso sí es ser exitoso, prepararse en la vida para la vida, prepararse en todo aquello que está en nuestro alcance y si lo demás sucede, está bien pero si no, tampoco está uno para matarse y lastimarse con autodesprecio.

Imagínense que hoy alguien les dice en tono muy sincero: la vida ya está pasando, cada vez estás más cerca de morir ¿seguirías luchando por ser único, especial y diferente, exitoso o preferirías disfrutar la vida sin pretender ser alguien?

Jim Carrey dice, por ejemplo “"Espero que todos puedan volverse ricos y famosos y tener todo lo que soñaron, para que se den cuenta de que esa no es la respuesta.” Lo trise del asunto sería morir y que en el cielo no se nos juzgue por nuestros pecados sino por no disfrutar la vida por andar persiguiendo trofeos del ego que sólo en la tierra se quedan… y se hacen polvo.

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