En columnas pasadas escribí sobre el cambio que da nuestra vida como mujer al vivir en pareja y bueno como madre todavía más.
Pareciera en ocasiones que en cuanto tomamos uno de esos caminos o ambos, dejas de ser tú, o se cree o creen que tu vida deja de ser tuya. Es más les aseguro que en ocasiones hacer algo para ustedes o que les guste les pesa o lo piensan más de una vez y una vez tomada la decisión se sienten culpables o mal, aunque obviamente no hay razón #cosasdemamá
Pero eso no es todo, además de enfrentarnos a nosotras mismas hay veces que los hijos o las propias parejas te hacen un cuestionario que ni el criminal más peligroso del planeta enfrentaría, ¿A dónde vas? , ¿Por qué vas sola? ¿Vas a tardar? sin importar a donde vayas, eso sí te hacen una lista de encargos que ni Santa Claus recibe ¡Claro, además de todo eres uber eats!
No llevas ni una hora fuera cuando ya te hablan para preguntarte ¡hasta para saber cómo se hace la leche con chocolate! o para decirte ¿vas a tardar? ¡Me mato! Bastante culpa injustificada cargamos dejando unas horas a nuestras criaturas (por la razón que sea que tengamos que salir), como para que además de eso haya algunos especímenes de pareja que cooperen con ese sentimiento.
¡Relájense un poco chavos! no les va a pasar nada si ayudan un poco o un mucho cuidando a las bendiciones o si se quedan solitos un ratito, les aseguro que la pasamos peor nosotras pensando en lo “malas madres” que somos dejando a nuestras criaturas cierto tiempo y eso que le metemos turbo aunque sea para irnos a cortar el cabello.
Todas en algún momento cargamos con esas “culpas” y creo que no es raro, pero tratemos de dejarlas a un lado, y por favor no dejen que las presionen más de lo que ya vivimos como mujeres.
Gracias por leerme, mi twitter @mafergarnica denme follow y usen el hashtag #cosasdemamá para compartir sus experiencias.
