25 de Abril del 2024

Felicidad es: amistad

Por Rolando Ochoa Cáceres / /

panza identifi

Siempre he pensado que en este camino de la vida el valor de la amistad es único y sumamente hermoso. Cicerón lo decía en su texto “De la amistad” que esta “no es otra cosa que un sumo consentimiento en las cosas divinas y humanas con amor y benevolencia” y también considera que en la amistad “nada es fingido, nada disimulado, todo cuanto hay en ella es verdadero, y todo proviene de la voluntad”.

Para algunos esta es la época de mayor conectividad pero de menor conexión humana. Con el internet y otras destrezas digitales parecería una época perfecta para relegar justificaciones, las distancias se reducen y todo es posible. Y sin embargo también en esta época hay una desolación y también, probablemente, una voluntad menor.

Cuando entré a la universidad un conocido (no amigo) me dijo que su padre le había dicho que en esa época de la vida se encuentran a los verdaderos amigos, a aquellos que van a “servir” para ciertos propósitos. Casualmente, en aquél momento supe que aquella persona jamás se iba a convertir en mi amigo debido a la significación de la amistad como un acto servil, de uso y de desuso. Hacer de la amistad una especie de “relación” vista como trampolín hacia metas o negocios parece ser un acto vil. Cicerón decía que “en la amistad no creemos que se ha de desear por ninguna esperanza de interés, sino porque en el amor consiste su mayor provecho”.

La amistad es eso, amor y por lo tanto, benévola y también divina.

En mi vida he conocido muchísimas personas y sin embargo, pocas de ellas permanecen haciéndome cada día más privilegiado y orgulloso. A mis grandes amistades las conozco desde hace veintisiete y veinticinco años y al más reciente desde hace 12 años., Éramos chicos que jugábamos en la calle, cocinábamos en la calle, escuchábamos música en la calle o nos dedicábamos a platicar sobre cualquier cosa. Formamos equipos de futbol, bandas de rock y nunca hemos dejado de apoyarnos, de enorgullecernos y de sostenernos. También de decirnos nuestros errores. También de crecer juntos en la sensatez y en el cariño. Entre nosotros nunca hemos recurrido a envidias o a tratos engañosos ¿no es eso un acto enfatizado en el amor?

Así también me ha sucedido todo lo contrario con personas que al principio resuenan en el nombre de la amistad y después se vuelven conocidos (no enemigos). He encontrado personas que, como dije anteriormente, ven las relaciones como trampolines, otros que únicamente basan sus relaciones para menospreciar y sentirse todopoderosos, otros que detestan que uno prospere e incluso hablan de más deseando mala fortuna y otros capaces de generar discordias.

Cicerón advierte que “no debe amarse demasiado pronto y acaso a quienes no lo merezcan” y menciona que “muchos no conocen en el mundo cosa buena que no sea en su provecho, y quieren aquellos amigos de quienes esperan sacar algún fruto, como de los otros animales” y reitera que el “amar no es otra cosa que tener afecto al que se ama sin interés alguno, pues éste de la misma amistad se saca, aunque menos se busque”.

Abrazar la amistad es también abrazar a la naturaleza (de donde proviene) y la virtud. Es amar y respetar la vida, es también agradecer.

Recuerdo que en mi infancia pasé horas viendo la caricatura de Charlie Brown y recuerdo sus mensajes cargados de la virtud que posee la amistad.

En ésta época, siento (y sin ánimo de crítica) que nuestros contenidos carecen de valores puntuales y provechosos y también que las relaciones suelen fracturarse debido a los egos que esos contenidos desarrollan. Las amistades deben ser provechosas para el alma y no para obtención de puestos o negocios engañosos. He visto personas que fracturan sus “amistades” por traiciones, engaños, por desear lo que el otro ha obtenido, por anhelar la vida del otro y eso degrada a la humanidad y distorsiona voluntades.

En la amistad permanece lo justo y en lo justo se encuentra la verdad.

Cierro con otra frase de Cicerón: Mas como las cosas humanas son frágiles y perecederas, siempre tenemos que buscar algunos a quienes amemos y que nos tengan amor. Porque quitando de la vida el amor y la benevolencia, se quita todo el gusto de ella”.

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