29 de Marzo del 2024

El cambio en todos nosotros

Por Rolando Ochoa Cáceres / /

panza identifi

No me digas que esperas que pase lo peor para decirle al mundo que tú, que sólo tú tienes la razón.

No me digas que nos va a pasar lo mismo de siempre, no me digas que de nada sirve soñar, no me digas que de nada ha servido imaginar cosas chingonas.

No me digas que nada te sorprende y que hay que actuar como tú, viviendo en el desgano y en la mediocridad diciendo siempre “mañana lo hago”, “sabía que iba a pasar lo peor pero no quise decir nada”, o “para qué hacer algo si nada vale la pena”.

No me digas que nada va a cambiar porque, en ese caso, debes revisar tu actitud porque parece ser que en tu vida nada ha cambiado cuando en la de muchos hay disposición para reconciliarnos.

No me digas que la mejor critica es aquella que termina destruyendo: las palabras hieren demasiado y suelen hundir en vez de alentar.

No me digas que es imposible alcanzar esos anhelos, esos sueños porque son disparatados e inalcanzables ya que esas personas que tanto envidias han logrado todo aquello que tú no te has atrevido a hacer porque es más fácil vivir en la zona de confort que en la zona de riesgo, de aventura, de prueba constante y de responsabilidad vigorosa.

No me digas que no te interesa nada de lo que sucede a nuestro alrededor, una de las virtudes de las que habla Cicerón tiene que ver con anteponer el bien social y común por encima del bien individual y engañoso.

No me digas que es mejor no amar ni entregarse completamente porque alguien que tú amabas no te valoró lo que realmente vales.

No me digas que no puedes realizar ese negocio que tanto anhelas por miedo a fracasar, hay un título de un libro que dice “No digas que no puedes cuando es que no quieres”.

No me digas que jamás habrá un cambio cuando tu disposición a ese cambio tiende más a ser observador que participante.

No me digas que no puedes dejar esos vicios porque te es imposible y doloroso.

No me digas, con tu sonrisa burlona, que de nada sirve imaginar cosas chingonas, que es mejor hacerlas. ¿Ya viste que tu vida la has sometido a criticar a la de otros, a ponerle el pie a otros, a tratar a la gente con hipocresía y con desprecio, a cortar sueños que te fastidian porque alguien te hizo el daño de no creer en ti?

No me digas nada de esto porque no lo necesito, no me digas nada de esto porque ni siquiera es útil ni honroso.

Dime que puedes construir cada día algo mejor, que eres capaz, que mereces transformar.

Dime que los sueños nos dan alas, que imaginar cosas chingonas nos hace suspirar, que nos motiva, que nos hace alzar la cabeza siempre.

Dime que todo te sorprende y que por lo tanto tienes la urgencia de vivir, que nada espera mañana porque todo es aquí y ahora.

Dime que todos los días ganamos, que allá afuera hay mucha gente que debemos admirar, que pierde poco y gana demasiado cada vez que se muestra, que esas personas no nos desaniman, que son ejemplos para conseguir lo que añoramos con desenfreno.

Dime que la actitud positiva nos conduce a vivir la vida a tope.

Dime que esperas lo mejor de mí, dime mis virtudes y cualidades, te aseguro que eso, cuando me sepa errado, va cambiar totalmente mi día y me hará reconocerme en el mejor lugar del mundo.

Dime que todo es posible, si puedes enseñarme la ruta te agradeceré el que me muestres el camino, si compartes sueños conmigo veamos la forma de alcanzarlos juntos, dime que siendo nosotros mismos podemos ser ejemplos positivos.

Dime que crees en mí tanto como yo en ti.

Dime que valen la pena la honestidad y la verdad, que te interesa el bien común y que estás dispuesto a contribuir y a ayudar ahí donde todo representa una oportunidad.

Dime que estás dispuesto a amar y a entregarte como nunca, que amar es un privilegio y ser amado es una bendición.

Dime que estás dispuesto a arriesgarte por aquél negocio que tanto deseas, dime que vas a triunfar, dime que estás dispuesto a ganar.

Dime que estás dispuesto a participar al cien por ciento en todo en lo que te involucres.

Dime que estás dispuesto a abandonar tus vicios, dime que te importa tu salud y que estás dispuesto a soltar todo aquello que te aferra a fumar, a beber excesivamente, a no vivir lo que Dios te desea dar desde hace mucho tiempo.

Dime con tu sonrisa que apoyaste a alguien para que saliera adelante, que imaginar y hacer cosas chingonas es, finalmente, ayudar a otros, saludar a otros, agradecerle a otros, caminar en paz, caminar bendecido.

Dime todo aquello que esté en tu corazón, dime todo aquello que ames y que te motive a trascender la vida. Dime que el amor siempre va a estar por encima del miedo, por encima del odio, por encima de la burla, por encima del dolor, por encima del pasado y que se va a sostener para hacernos mejores cada día en cada respiro.

Publicidad