El gobernador de Puebla, Tony Gali se ha erigido como uno de los negociadores más importantes de la elección que está en puerta.
Es él quien ha sostenido diversas reuniones con Lalo Rivera ante la posibilidad de que sea postulado para la Presidencia Municipal o al Senado, y además para garantizar que sume su capital político a Martha Erika Alonso.
Pero hoy tiene una tarea más importante, Gali aprovechará que Luis Castro, el líder de Nueva Alianza, es uno de los invitados especiales a su Primer Informe de Labores para tener una reunión privada con él y convencerlo de que en Puebla se una a la megacoalición del PAN.
En el caso de Puebla la suma de Nueva Alianza es muy importante, primero porque es un partido morenovallista y segundo porque desde 2010 no compiten solos en una elección, lo que podría provocar que sus bajos números ante el electorado los pongan en riesgo de perder el registro.
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Esta semana será crucial para el PAN en Puebla, que está metido en una encrucijada desde que Ricardo Anaya decidió traicionar a Rafael Moreno Valle y dejarlo fuera de la Presidencial: no solo de la candidatura sino de toda la operación.
La gran interrogante es si Anaya dejará que el morenovallismo continúe con el control absoluto del partido en Puebla, o será tan inteligente para ver en este momento la oportunidad de oro que tiene para acabar con este grupo.
El embate más reciente fue la decisión del CEN de designar directamente a los candidatos a las 10 diputaciones federales que en Puebla le tocan al PAN —de acuerdo con el convenio de la alianza—.
Los perfiles de las morenovallistas Patricia Vázquez, por San Pedro Cholula; Rocío Aguilar, por Acatlán; Corona Salazar, en Teziutlán; Mercedes Bulas y Verónica Sobrado, por Tehuacán; y en Puebla, Patricia Leal, Blanca Jiménez y Susana Riestra, están listos desde hace mucho. Lo escribe hoy en CENTRAL nuestro reportero Osvaldo Macuil.
El problema es que ahora temen ser frenadas por Anaya porque, es obvio, el panista no solo busca ganar la Presidencia sino además debe asegurar su mayoría en el Congreso con gente de su confianza. El problema es que en Puebla desde hace mucho que el Yunque no figura, lanzar a mujeres afines a este grupo, lanzar a desconocidas, podría significar la derrota.
