La primera semana de Rivera, de la balacera en la Fayuca a los tenis

Como era de esperarse la inseguridad ha manchado la primera semana de Claudia Rivera como presidente municipal de Puebla. Seis robos al transporte público, la balacera en La Fayuca, el "linchado" de la Jorge Murad y el casi linchado de Xonacatepec.

Es cierto, Puebla, desde hace meses, está inmerso en esa terrible mancha de inseguridad que, obvio, no va a desaparecer en una semana pero que de pronto genera la percepción de que las cosas no serán diferentes, ni estando al frente un gobierno emanado de Morena.

Primero hay que ver si Rivera seguirá con las Mesas de Seguridad, un modelo que ya volteó a ver Olga Sánchez Cordero, el propio Luis Banck se lo presentó antes de irse para que sea replicado por otras administraciones.

Luego, si la figura de la nueva secretaria de Seguridad Pública, María de Lourdes Rosales da el ancho en una corporación llena de cotos de poder y cuyos miembros se han encargado de circular un sin fin de rumores sobre la nueva encargada para "tronarla".

Otro fuego que estuvo a punto de arder fue el techo de 500 millones de pesos aprobado por el Cabildo para que la alcaldesa y su gabinete puedan hacer contratos sin que pasen por la aprobación de los regidores. Mal comunicada, la noticia era que Claudia Rivera haría estos contratos por adjudicación directa y en completa discrecionalidad. No es así: en la anterior administración no había tope, el exalcalde cerraba cualquier contrato sin consultar a sus regidores, esta vez sí existe un techo, y no será adjudicación, se regirá de acuerdo con la Ley de Adquisiciones.

Pero, repito, ese fue un grave error de comunicación.

En estos primeros siete días, la presidente también tuvo su plantón en la plancha del Zócalo, seguidores de Israel Pacheco se apostaron durante cuatro días para exigir su reinstalación, algo muy arriesgado para la estabilidad del sindicato, está claro que Pacheco quiere, no solo recuperar su trabajo, si no su cargo como dirigente, y ya sabemos lo que pasó con las anteriores administraciones, como la de Blanca Alcala, que fue su rehén durante todo el trienio.

Rivera cerró la semana con una campaña en redes a su favor #RompiendoEstereotipos, impulsada por Edurne Ochoa, presidente de "33 Mujeres" para apoyar que use tenis para trabajar e incluso para asistir a actos públicos o protocolarios. Lo que nunca entendí es qué medio de comunicación, político o ciudadano criticó a Rivera por preferir los tenis por sobre los tacones. En fin el clamor fue: "que se vista como quiera pero que trabaje".

Van siete días, faltan Mil 88...

***

Este lunes los priistas rebeldes, los que piden ser tomados en cuenta para decidir si el partido se unirá o no al gobierno de coalición de Martha Erika Alonso, serán al fin recibidos por la dirigencia nacional.

Van muy felices porque creen que la lidereza del partido, Claudia Ruiz Massieu, los recibirá con galletas y chocolate y con tiempo de sobra para oír cada una de sus quejas sobre Puebla, pero al parecer no será así, todo indica que quien los podría recibir es Jorge Márquez, secretario de Operación Política, gente de Osorio Chong, por cierto.