Carrancá y su obsesión con José María Sosa

 

El caso Paulina Camargo le roba el sueño al fiscal Víctor Carrancá Bourget desde el 25 de agosto del 2015.

 

Y si no le roba el sueño, eso parece.

Hace unas semanas, el Fiscal tuvo una reunión con el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez Sánchez.

Seguramente un tema obligado fue la relación Fiscalía-Poder Judicial.

–Una relación que se vio bastante retorcida en tiempos de Roberto Flores Toledano. En donde incluso jueces y magistrados lucían como meros empleados de la Fiscalía–

Otro tema que se tocó en esa reunión seguro fue el caso Paulina Camargo.

Porque soltar a un presunto feminicida no sería nada popular en estas fechas electorales, ¿verdad?

Vaya, porque la desesperación y persistencia de las autoridades poblanas contra José María Sosa es sui géneris.

Por años se ha mantenido en prisión a un muchacho acusado por el feminicidio de la joven Paulina Camargo, cuyo cuerpo jamás ha aparecido.

La defensa de José María ya ganó cuatro amparos.

Ahora, que ya que no pueden parar las acciones legales desde el Poder Judicial Federal y que han provocado la revocación de pruebas que dejarían prácticamente libre a José María Sosa, las autoridades estatales son muy obvias.

Ahora intentan dejar a José María en prisión a través del Nuevo del Sistema Adversarial de Justicia.

El juez de control, Aarón Hernández Chino, uno de los más respetados por su manejo del sistema, tiene en sus manos una papa caliente.

A José María Sosa ahora se le acusa por el delito de desaparición de Paulina Camargo.

El delito de desaparición de persona se tipificó e ingresó a la ley hasta 2017.

La desaparición de Paulina Camargo ocurrió en agosto del 2015.

¿Puede aplicarse una la ley aprobada hasta 2017 en un caso ocurrido en 2015?

Yo no soy abogado, pero si mal no recuerdo existe un principio que provoca que la ley no pueda ser retroactiva.

Y hoy el juez Aarón Hernández Chino determina si a José María Sosa se le perseguirá ahora por el delito de desaparición de persona.

Ya han sido suspendidas dos audiencias en las que se esperaba la determinación del juez de control.

La última incluso fue realizada de manera privada. Vaya, los medios de comunicación fueron sacados de la sala de juicios y no pudieron ser exhibidos nuevamente los garrafales errores de los funcionarios de la Fiscalía.

Incluso fue sacado Alberto Sosa, el padre de Chema, cuando por derecho pueden estar familiares de ambas partes en disputa.

Encima, la Fiscalía General del Estado cacareó en un boletín que había conseguido que se le sume el delito de desaparición de persona a José María Sosa. Cuando aún, de facto, no se le ha sumado ese proceso al joven estudiante del Tec de Monterrey.

¿Tanta es la desesperación de Carrancá para exhibir que está buscando a como dé lugar mantener a un muchacho en prisión?

¿Cuál es la urgencia de Carrancá y la Fiscalía que hasta lo boletinan?

¿Qué hablaron del caso Camargo, el fiscal Carrancá y el magistrado presidente Héctor Sánchez?

¿Seguirá el Poder Judicial del Estado a las órdenes de la Fiscalía y las urgencias de Carrancá?

¿Cambiaron las prácticas con la nueva presidencia en el Poder Judicial o seguirán siendo empleados de la Fiscalía?

¿Por qué Carrancá está obsesionado con José María Sosa como con ningún otro personaje cuya situación legal ha pasado por sus manos?

Muchas preguntas tendrán respuesta en la audiencia del día de hoy, si es que no se sigue posponiendo.

Y hoy no solamente se define si a José María Sosa se le suma un delito. 

Hoy se define si seguirá el Poder Judicial a servicio de las vísceras de Carrancá.