19 de Abril del 2024

¿Qué hacía el GAREP en medio de una reunión entre huachicoleros y narcomenudistas?

Por Edmundo Velázquez / /

CuentaHastaDiez

Seguramente ya leyó que la balacera ocurrida el pasado lunes 12 de marzo en La Cuchilla tuvo que ver con una reunión entre huachicoleros, narcomenudistas y vendedores de piratería.

Al lugar acudieron huachicoleros provenientes de Palmarito Tochapan y los anfitriones fueron los narcomenudistas de La Cuchilla que utilizan la pantalla de venta de piratería.

En algún momento se tocaron puntos delicados entre las dos bandas y vinieron los balazos.

Alrededor de las ocho de la noche llegaron al lugar miembros de la Marina Armada de México, Ejército Mexicano, y Policía Estatal.

Del lugar escaparon sujetos con armas largas en una camioneta negra la cual fue perseguida sin éxito por agentes estatales.

El segundo grupo, el de los locatarios, utilizaron los subterráneos que existen en La Cuchilla —y que años atrás les permitieron almacenar más piratería de la que Tepito pudo vender— y se escondieron hasta entrada la madrugada.

Una vez que se retiró el operativo, alrededor de veinte personas, hombres y mujeres —armados, todos— salieron de los sótanos de La Cuchilla.

Hasta el momento se desconoce si la negociación buscó que los narcomenudistas de la zona norte de Puebla llegaran a alianzas con los huachicoleros de Palmarito.

Lo que llamó demasiado la atención fue, antes que nadie, estuvo presente la unidad 236 del Grupo de Atención y Reacción Estratégica Policial (GAREP).

Antes que la Marina.

Antes que el Ejército.

Antes que la Estatal.

Antes que sus compañeros de la Secretaría de Seguridad Pública y Vialidad Municipal.

Antes que todos estuvo la unidad 236 asignada del GAREP, asignada a José Luis Huerta López.

Pero en el lugar, casualmente, el GAREP no detuvo a nadie.

Eso realmente provocó que se arquearan las cejas de los marinos que llegaron casi de inmediato.

¿Qué hacía ahí entonces?

¿Será que alguien protege a las mafias de la zona?

Quizá estamos pensando mal y la unidad 236 la condujeron casi a la velocidad de la luz.

Esperemos que sí.

Que solamente sean nuestros malos pensamientos.

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