20 de Abril del 2024

La leyenda de “El Comandante 30” (o Puebla para los delincuentes poblanos)

Por Edmundo Velázquez / /
La leyenda de “El Comandante 30” (o Puebla para los delincuentes poblanos)
Foto: Central.

CUENTA HASTA DIEZ

Hasta hace unos meses, “El Comandante 30” era un desconocido para las autoridades estatales.

Pero él mismo se desenmascaró enviando mensajes a través de video y declarándole la guerra a distintos grupos –en su mayoría foráneos–, ya que su intención era conformar un cártel eminentemente local.

Por eso, “El Comandante 30” manda en lo público la amenaza a los grupos foráneos que presumían tener la franquicia de “La Empresa”, como le dicen al Cártel Jalisco Nueva Generación a nivel nacional, que ya tiene prácticamente copado todo el territorio nacional.

En lo privado buscó reuniones con bandas de toda la ciudad e incluso entró en confrontación con las que no necesariamente querían cuadrarse (como la de La Reina del Sur de Puebla).

Pero la amenaza directa a mandos de la Secretaría de Seguridad Pública provocó que se encendieran los focos rojos para las autoridades estatales, quienes entregaron toda la información que tenían sobre este sujeto y su grupo a la Marina y a la Federación.

Al Comandante 30 se le ubicó en cuatro domicilios, por lo menos, del nororiente de la ciudad de Puebla, donde de repente hubo un rebote amplio de la criminalidad, sobre todo en el hallazgo de cuerpos con mensajes, la mayoría de ellos masacrados o descuartizados.

Pero, hasta hace unos días, comenzaron a ser vigiladas las rutas de San Miguel Espejo y Xonacatepec, zonas por donde circulaba sin ningún problema este personaje. Así fue como dieron con él.

Sin embargo, hasta el momento la Fiscalía ni la SSP han podido dar claridad de quién se trata. O bien cuál es la identidad tal cual del “Comandante 30”, que hasta ahora parece un antihéroe de leyenda.

En la rueda de prensa de la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado quedaron más dudas que respuestas.

¿Cómo se llama este Al Capone local que quería hacer su sindicato de la delincuencia?

¿Por qué se tienen hasta 3 apodos de él (“El Comandante 30”, “El Bigotes”, “El Sicario”) pero no su verdadera identidad?

Se sabe que tuvo adiestramiento en Chiapas y se formó allá, pero es netamente poblano, ¿cómo es que regresó a Puebla?

Y finalmente, ¿de verdad está desarticulada su banda?

En el libro “Macro-criminalidad”, un compendio sobre complejidad y resilencia de las redes criminales recopilado por los autores Eduardo Salcedo-Albarán y Luis J. Garay Salamanca, se explica que el ejecución de un líder y hasta con su segundo al mando (como pasó con la banda de “El Comandante 30”, según reportaron las autoridades estatales) no necesariamente implica la desarticulación de un grupo criminal.

Desde la aparición de Los Zetas, nos plantean ambos autores, se ha observado una mutación y permanencia de grupos y subgrupos que siguen delinquiendo.

Entonces, acabando con la leyenda de “El Comandante 30”, se acaba con esta intención de “Puebla para los criminales poblanos” o la creación de un cártel local.

¿Seguirá entonces en funciones el llamado Cártel Puebla Segura?

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