Yo sé bien que no existe la especialidad para volverte perito de narcomantas.
Pero las últimas que aparecieron en Puebla nos dan un poco de luz de quienes son sus probables autores.
Y parece que el enemigo está en casa.
¿Por qué lo digo?
Ayer, 17 de julio, trascendió en un medio de comunicación, la colocación de una narcomanta en el distribuidor Juárez-Serdán, ubicada supuestamente la mañana del lunes 16.
O bueno, eso dijeron las fuentes que soltaron la fotografía de la manta y que estuvieron muy interesadas en que fuera viralizada.
En la manta se mencionaban una serie de nombres rimbombantes entre los que se encontraban los mandos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, ex funcionarios regionales de la PGR en Puebla e incluso colaron el nombre de un compañero reportero poblano.
No podía faltar el nombre del villano favorito, el empresario Jorge Aduna, a quien ahora culpan hasta de los altos costos de la gasolina, de los próximos sismos que puedan azotar el estado, o de que López Obrador haya pactado con Peña Nieto.
La foto de la manta se compartió a través de chats y grupos de WhatsApp cuyos integrantes en su mayoría son funcionarios de la Fiscalía General del Estado de Puebla y de su sede regional en Izúcar de Matamoros.
Así que no faltó quien la pasara a los medios.
Hay que aclarar aquí algo.
A esta fotografía le precedió otra manta más que pasó sin pena ni gloria colocada en el puente de Periférico Ecológico y Valsequillo.
Esta manta fue colocada la madrugada del jueves 12 de julio.
Así que tenemos dos narcomantas con la misma caligrafía y mensajes similares.
Ambas muy bien hechas y colocadas los días jueves 12, en Periférico Ecológico y domingo 15 de julio, en el puente de la Federal a Atlixco —y no en el Juárez-Serdán, como mencionaron en los chats—.
En la primera no tenía nombres rimbombantes y solo señalaban a algunos presuntos mafiosos por sus apodos. Y en la segunda, pareciera, que querían asegurarse de que fuera lo suficientemente morbosa como para que la tomaran en cuenta.
Ambas mantas coinciden en utilizar una caligrafía bastante cuidadosa y decente. Sus autores tuvieron la delicadeza de acentuar e incluso utilizar dos colores como si se tratara de una tarea escolar bien hecha.
Si casi rogaron que la manta fuera viralizada, desde algunos chats de funcionarios de la Fiscalía… ¿quién manda el mensaje? ¿Y para quién es?
¿Por qué colar ahora el nombre de un compañero reportero que no tiene escoltas o guaruras que lo cuiden o defiendan?
¿A quién están tratando de señalar los autores de estas mantas impecablemente hechas?
¿Por qué amenazar a los mandos de la Policía Estatal?
No hay que ser muy brillante para saber que si la fotografía se filtró desde funcionarios de Fiscalía para amedrentar a funcionarios de la Policía Estatal, alguien está haciendo bien su trabajo y otros no tanto.
