Mañana se cumple una semana de la ejecución de Juany Maldonado y Erika Cázares.
Y seguimos sin una explicación clara.
Quizá corra la misma suerte que todos los casos de feminicidio en Puebla.
No tendrá una explicación sólida.
Tras las exigencias para que Víctor Carrancá renuncie a su cargo como Fiscal General del Estado, parece que se ha puesto a trabajar.
Primero generó una muy buena coartada con su extenuante viaje de trabajo por Chile, para acallar los rumores de que andaba de vacaciones en Argentina.
Y en una época en la que no puede vivir sin cacarear que hace su trabajo, aunque las cuentas de Fiscalía jamás tuitearon en tiempo real ningún evento de su saturada agenda. Bien raro, ¿no?
Después, a su regreso sostuvo LA REUNIÓN con Tony Gali y en ella se negó a abandonar su puesto, cuando incluso ya había hasta nombre del reemplazo.
Se quedó bajó la firme promesa de que entregaría resultados en la investigación del doble feminicidio en la Sierra Norte.
O ha hecho de todo para hacer como que trabaja.
Él mismo coordinó el operativo de la noche del 5 de junio en Huauchinango, con el cual buscan a como dé lugar cuadrar la doble ejecución con los cinco detenidos que se enfrentaron a policías federales en la carretera México-Tuxpan.
Incluso, en las versiones dadas a conocer por las cuentas oficiales de Facebook y Twitter de la Fiscalía se subrayó que encontraron balas calibre 9 milímetros.
Eso mero, de las mismas que tenían los detenidos en la México-Tuxpan y las mismas que usaron para matar a Juany y Erika.
Y ahora circulan versiones desde lo más alto del nivel oficial que suenan a una pieza del rompecabezas para esa teoría.
Y que plantea que en realidad no iban por Juany Maldonado y que más bien buscaban dar con otra candidata.
Que Juany y Érika fueron ejecutadas “por error”.
Y la candidata a la que buscaban atacar los supuestos sicarios detenidos es Liliana Luna Aguirre, esposa del alcalde de Huauchinango, Gabriel Alvarado.
Esta teoría indica que originalmente los sicarios buscaban hacerle daño a Liliana Luna y que en algún momento del día se confundieron.
Las coincidencias son que tanto Liliana como Juany tenían compromisos en Jopala el 1 de junio, que también es candidata a diputada local por el Distrito 2, pero por la coalición Por Puebla al Frente y ambas dieron aviso de su ubicación mediante redes sociales.
Pero algo no cuadra.
En Facebook, Liliana Luna presumió que estuvo toda la mañana en un recorrido y por la tarde regresó a Huauchinango.
Viajaba con una avanzada grande, en camioneta y con muchos más acompañantes.
Era evidente poder identificarla con tanta gente a su alrededor.
En el caso de Juany Maldonado, ella pasó toda la mañana en Huauchinango, fue al velorio de una amiga suya y luego comió en su casa. Después agarró camino a Jopala.
Tocó puertas en la población de Patla, tuvo una reunión con su estructura y viajaba con su equipo, pero en algún momento la dejaron sola a ella y a Erika con quien regresó.
Las dos solas en su Volkswagen Sedan. ¿Qué candidata viajaría en un VW Sedán? ¿Qué llevó a ambas a viajar solas en el regreso si ya eran las diez de la noche en una zona donde manda el poder del huachicol?
Los caminos son sinuosos, complicados y recomendados solo para conocedores. Entre Patla y el punto de la ejecución hay un tramo corto, pero son máximo 30 minutos por lo complicado del terreno.
Las esperaron en la carretera a Cacahuatlán cuando regresaban a Huauchinango.
Si la teoría de la confusión es cierta, los sicarios eran demasiado tontos.
¿Cómo confundir a la candidata de los partidos PAN, PRD, MC, PSI y CPP con la del Verde?
¿Cómo confundir a la candidata con más estructura, avanzada y equipo, como Liliana Luna, con Juany y Erika que apenas y viajaban en un VW Sedán?
Juany llevaba las siglas de su partido por toda la blusa e incluso llevaba su nombre.
¿Por qué en Servicio Médico Forense en Xicotepec la tenían sin identificar cuando llevaba, precisamente, una blusa con su nombre al pecho?
Su familia y amigos se enteraron hasta las ocho de la mañana del sábado cuando su hijo Juan Pablo avisó que no llegó a dormir y buscaron a Erika también.
Pero por qué, según esta versión, el ataque iba dirigido a la esposa del alcalde de Huauchinango…
¿Qué cuentas pendientes tendría Gabriel Alvarado? ¿Qué nos quieren decir quienes produjeron esta nueva versión?
Mientras tanto Carrancá no da respuestas y sigue dando vueltas.
Tantas que sus pies ya hacen un surco.
Y la versión oficial, queramos o no, apuntará a los cinco detenidos con armas calibre 9 milímetros. Para muestra los cateos coordinados por el propio Fiscal, donde, por cierto, no avisaron de vehículos o carga con reporte de robo.
Y mientras pasan los días, surgen más dudas.
Y Carrancá sigue sin respuestas.
