28 de Marzo del 2024

Qué no fue metida de pata

Por Yonadab Cabrera / /

yonachinguen ident

Algún día tendré mi propio programa de televisión y ya no tendré que preocuparme por compartir el éxito, los reflectores y la fama con alguien más.

Pero sobre todo, ya no tendré que esforzarme en que me hagan caso, en pedir la palabra, que se me dé y explayarme.

Y mejor aún ya no tendré que preocuparme por las burlas y el bullying sin sentido cuando lo que digo tiene coherencia y solo lo mal interpretan.

Así ocurrió la semana pasada en pleno programa de Juego de Troles en la nueva temporada, cuando hice “a bien realizar un análisis exhaustivo sobre la situación que impera en nuestro estado, así como el panorama político actual” (léase en tono de esos típicos periodistas que quieren sentirse muy chingones y nadie entiende).

Hablábamos sobre la “imperante necesidad de construir una verdadera democracia que se rija por los equilibrios propios del poder, para que de este modo los ciudadanos tengan las mismas oportunidades con inclusión en una sociedad de corresponsabilidad”, lo que quiera que signifique.

Y posteriormente, tocamos el tema de la ingobernabilidad que se vive en el municipio de Tehuacán, de la ineficacia de la alcaldesa Ernestina Fernández, de su marido Álvaro el mostro Alatriste que apenas acudió a hacer su examen de documentos básicos del PRI, de que es un burro, de que no sabe sumar porque cree que puede contar con los tehuacanenses y demás.

Entonces lamenté que gente como Ernestina Fernández y su marido accedan a cargos de elección popular. Y dije “sí, todas las personas tienen derecho a votar y ser votadas, pero cómo es que permitimos que lleguen sabandijas como esta pareja a gobernarnos”.

De pronto, iniciaron las burlas, que si no había ido a la primaria, a la secundaria, la prepa, la universidad, que si nunca había leído la Constitución que dice que todos los ciudadanos mexicanos tienen derecho a votar y ser votados, que si ignoré 200 años de teoría política, que si la manga del muerto.

No entendía las risas sin sentido de Arturo Rueda, Viridiana Lozano, Edmundo Velázquez y Héctor Hugo Cruz, si todo lo que había dicho tenía un amplio sentido y es parte de los reclamos de la mayoría de los mexicanos. Pero estos muchachos casi me linchan por externar y ser la voz de los millones de mexicanos que ya no quieren ser gobernador por personas como Ernestina Fernández.

Y como no entendía sus burlas, estuve a nada de salirme del programa, anunciar mi retiro y que me iba para siempre a hacer mi propio programa llamado “10 de Yona”.

Moraleja: aquí no hay moraleja, yo no me equivoqué y solo fui exhibido.

¡Claro! Chinguen al guapo.

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