23 de Abril del 2024

Academia

Alfred Zehe, más de una década como Investigador Nacional Emérito, máxima distinción del SNI-Conacyt

- Foto: Especial

Con innovaciones en investigación y patentes, es un precursor de la nanotecnología en México

Por Central /@CentralPuebla /

Una regla física lleva su nombre. No obstante, la mayor satisfacción de su vida académica es su encuentro con Latinoamérica, en particular con México y la BUAP, a donde llegó en 1976, invitado por el entonces rector Luis Rivera Terrazas, de manos de quien recibió el Doctorado Honoris Causa en 1980, por sus contribuciones en la fundación y avances de la física experimental aplicada del estado sólido.

En sus más de 50 años de trayectoria académica, primero en universidades alemanas, más tarde en la BUAP, el legado de Alfred Zehe es vasto: formador de recursos humanos, asesor de cientos de tesistas de licenciatura, maestría y doctorado, fundador de varias líneas de investigación y posgrados, y autor de múltiples desarrollos con algunas patentes registradas en las más potentes economías del mundo y aplicadas en la industria.

Su país, Alemania, le otorgó el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología, mientras que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Lima, lo nombró Profesorado Honorario.

Él es Alfred Zehe, Investigador Nacional Emérito del Conacyt desde 2006, la más alta categoría de este sistema.

Un egresado de la Universidad de Leipzig, donde se formó con profesores como el Nobel de Física, Gustav Hertz

Cuatro meses después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, nació Alfred Zehe, un 23 de mayo de 1939, en Farnstädt, un pueblo situado en el centro de Alemania. Tal acontecimiento marcó su vida: la muerte de su padre en 1944 y su incursión temprana al trabajo. A la edad de 13 años comenzó a repartir periódicos; más tarde fue minero.

No obstante la crudeza de aquellos años, en 1953 inició un pasatiempo poco común para un adolescente: reunir biografías de poetas, científicos, filósofos, mentes relevantes del siglo XIX, recortadas del periódico y transcritas de su puño y letra.

Terminó la prepa con altos méritos e inició estudios universitarios en 1959, en la Universidad de Leipzig, en Alemania, institución que enseñaba física desde el siglo XV. Allí se formó bajo la tutela de profesores como el Nobel de Física, Gustav Hertz, a quien, asegura, saludaba de mano cada mañana. En esta universidad, entonces llamada Carlos Marx, estudió Física y Matemáticas y cursó sus estudios de posgrado.

Zehe, pionero de la nanotecnología en México

Alto, de figura robusta, tez colorada y pobladas cejas blancas, Zehe evoca a un roble con raíces firmes. Así también, las ideas del científico de origen alemán, quien pisa por primera vez tierras latinoamericanas en 1973, a su llegada a Chile, de donde sale tras el atentado contra el presidente Salvador Allende.

Invitado por Luis Rivera Terrazas, en 1976 llega a la BUAP y desempeña un papel importante: funda el área de la física experimental y el Laboratorio de Física del Estado Sólido, inicia el primer posgrado y asesora a los cinco primeros maestros en ciencias. Más tarde, elabora el proyecto general para la fundación del hoy Instituto de Física y orienta sus investigaciones a la nanotecnología y electrónica cuántica.

Su primera línea de investigación fue la física y química de semiconductores, orientadas a la microelectrónica y fotoelectrónica, de donde surge el primer posgrado de una universidad de provincia, fuera de la hoy Ciudad de México: la Maestría en Física. Más tarde evoluciona hacia la nanoelectrónica y nanotecnología, disciplinas en las que es pionero en México.

En 1980, ante el Consejo Universitario de la BUAP, al otorgarle el Doctorado Honoris Causa Rivera Terrazas se expresa así de Zehe: “Se trata de un eminente físico alemán de la República Democrática Alemana, quien tiene un currículum académico impresionante, por el número y calidad de sus investigaciones científicas en el campo de la física del estado sólido”.

Para el investigador -quien se siente tan mexicano como el chile verde, del cual –dice- hay que comerse uno completo seguido de una copa de tequila- la nanotecnología es la ciencia del presente y del futuro, con el impulso de grupos multidisciplinarios.

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