Te chuparás los dedos.
El problema más común de la cena de Navidad es que el pavo no queda como queremos.
Tan lindo que se ve al llegar a la mesa, con todo y sus rellenos y salsas... Todo para cortar y descubrir que la carne está dura y seca.
La primer clave es que compres un pavo natural.
Si optas por el ahumado desde un principio estas preparando una carne precocida, y que estará menos suave.
Pero el verdadero secreto se esconde al prepararlo.
Estamos acostumbrados a inyectar vino blanco para darle un mejor sabor y ¿suavizarlo?
Este es el error, el vino lo que realmente hace en la suave carne del pavo es deshidratar y al final quedará seco.
En lugar de gastar tanto dinero, mejor haz una mezcla de una lata de leche evaporada con media barrita de mantequilla y media taza de caldo de res.
Sazona con hierbas finas o las de tu preferencia y agrega un poco más de sal que lo que acosutumbras.
Deja que hierba ligeramente e inyecta con esto el pavo. En especial el área de la pechuga, que es la que suele quedar más seca.
Y no olvides colocar la pavera dentro de una bolsa para horno.
Siguiendo este procedimiento, el pavo de este año te quedará glorioso... y seguro se pelearán por él.