El homicidio de Gabriel Alta Bolaños, un joven gay asesinado en la capital de Puebla cumple un mes sin ser investigado por la Fiscalía General del Estado de Puebla.
El jueves 1 de junio Gabriel Alta, de 25 años de edad, fue encontrado al interior del departamento número 13 en el que rentaba en el domicilio marcado con el número 1811 de la calle 15 Oriente.
Según reveló la necropsia, el 27 de mayo fue asesinado asfixiado. Sus familiares señalan que esa noche del 27 de mayo fue la última vez que tuvieron contacto con él y hasta el 1 de junio encontraron sus restos.
El cuerpo de Gabi, como lo conocían sus allegados, fue encerrado por fuera del departamento que rentaba con candado. En la cama donde dejaron el cadáver fueron regadas pastillas para hacerlo pasar como un suicidio.
El jueves 1 de junio los vecinos notaron un aroma a putrefacción y llamaron al número 911. Sus amigos lo habían reportado como desaparecido. El cadáver se encontraba por paramédicos recostado, tapado con las cobijas y mirando a la pared.
El joven de 25 años de edad trabajaba como empleado operativo de Farmacias de Similares en Puebla. Era originario de Tlacotepec de Benito Juárez, municipio de la Sierra Negra de Puebla, hasta donde fue enviado su cadáver.
El activista Alonso Hernández, en la página de Facebook Obituario LGBTTTI lo describe como “un chico que amaba la vida, fotogénico, trabajador y muy querido por todos sus amigos (...) Gabi llegó a la ciudad de Puebla para tener mejores oportunidades de vida y poder ayudar a su familia. Le gustaba salir a la calle a conocer varios lugares, tomarse fotografías y hacer regalos a sus amigos más cercanos, siempre estaba dispuesto a ayudar a toda la gente, era amigable, encantador, trabajador, buen cocinero, apasionado por el baile y siempre con una gran sonrisa”.
Amigos de Gabriel Alta creen que quien lo asesinó fue un conocido a quien dejó entrar a su casa. Vecinos reportaron que ese jueves 27 de junio fue visto entrar con otro hombre que lo frecuentaba. El sujeto lo estranguló y le robó su celular así como dinero en efectivo.
A pesar de que existen varios testigos de quién pudo ser quien privó de la vida a Gabriel, hasta el momento la Fiscalía General del Estado no ha presentado ningún avance sobre su muerte ya que sus familiares se encuentran en Tlacotepec y no pueden viajar a Puebla para exigir que se investigue plenamente el crimen de odio.
