Alfonso Ángel Díaz Juárez es un tratante de personas que opera en Puebla y desde el 2013 fue fichado por el FBI, quien ofrece una recompensa de 50 mil dólares a quien proporcione información que pueda ayudar con su captura.
De acuerdo con información de la Agencia Federal de Investigación (FBI) desde 1999 la organización de Alfonso alías “El Greñas” comenzó explotar a mujeres y niñas obligándolas a tener relaciones sexuales con varias personas.
“El Greñas” hacía uso de la fuerza, fraude y coerción para abastecer de mujeres y niñas los burdeles, bares y cantinas que eran operados por la misma red criminal. Sin embargo, Díaz Juárez comenzó a traficar a sus víctimas en Houston pues a base de engaños, comenzó a albergar a extranjeros que llegaban, principalmente a la zona de Atlixco, ilegalmente al país.
En octubre del 2013, el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Distrito Sur de Texas, División de Houston, emitió una orden de arresto federal contra Alfonso Díaz y 13 integrantes más de la organización. Todos son considerados violentos pero la mayoría ya fue detenido. El único que sigue prófugo es Alfonso Ángel Díaz Juárez, quien es considerado el principal “padrote”.
Díaz Juárez es acusado por los delitos de trata de personas, explotación sexual, asociación delictiva y tránsito ilegal de indocumentados y hasta el momento sigue vigente la recompensa por su captura.
Ignacio Quiñonez Díaz es otro de los padrotes que operaban en Puebla; sin embargo, desde el 2013 fue detenido y actualmente se encuentra interno en el penal de San Miguel.
La red criminal de Ignacio Quiñones sigue operando pues Quiñones Díaz dejó la trata de personas a cargo de Rosa María Rico Hernández, quien era una “empleada” del lugar pero ahora es la que impone a los horarios y engancha a las mujeres de todas las edades para que lleguen al lugar.
PÁGINA NEGRA informó que la casa de citas que controlaba Ignacio Quiñones está ubicada en la colonia 20 de noviembre en la capital poblana y a pesar de que ya cuenta con varias denuncia anónimas por trata de personas, gentes de la Policía Ministerial protegen a su actual administradora, Rosa María.
Víctimas que son explotadas en el lugar, denunciaron que los administradores del sitio inicialmente las apoyaban rentándoles solamente los cuartos.
Sin embargo, ahora son prácticamente víctimas de trata pues les exigen horarios, un número mínimo de clientes al día y les quitan la mayoría de sus ganancias, además que han notado que varias de sus compañeras son menores de 18 años o no cuentan cómo acreditar la mayoría de edad.