Primera Guerra Mundial estaba cerca de cumplir su tercer año, transcurrían los primeros días de 1917. Un mensaje interceptado era preciso: Alemania tenía intención de que México participara en este conflicto bélico.
“Tenemos la intención de comenzar la guerra submarina sin restricciones a partir del primero de febrero. Se intentará, no obstante, que los Estados Unidos se mantengan neutrales. Para el caso de que no sea posible lograrlo, ofrecemos a México una alianza sobre las siguientes bases: guerra conjunta, tratado de paz conjunto, generosa ayuda financiera y acuerdo por nuestra parte de que México podrá reconquistar los territorios de Texas, Nuevo México y Arizona. Dejo los detalles a su excelencia. Sírvase usted comunicar lo anteriormente dicho al Presidente, en el más absoluto secreto,”, escribía.
El telegrama Zimmerman no cumplió el objetivo de llegar a nuestro país, pues fue interceptado por los servicios secretos del Reino Unido.
Arthur Zimmermann, ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, le daba instrucciones a su embajador en México para que presentara al gobierno una propuesta arriesgada.
En ella, Alemania externaba su intención de llevar a nuestro país y Japón a guerra con Estados Unidos, a fin de mantener a esta última nación lejos del continente europeo. La oferta para México era atrayente :devolverle el territorio que había perdido frente a los estadunidenses.
La consecuencia fue opuesta, ante la conspiración alemana, el presidente norteamericano Woodrow Wilson decidió entrar en guerra del lado de los aliados. El 6 de abril de 1917 le declara la guerra a Alemania.
El gobierno británico, a través del departamento criptoanalítico bautizó este documento como Sala 40 (The Romm S40). Dos personas fueron las encargadas de descifrarlo.
Actualmente este valioso documento se encuentra resguardado en el volumen R16919 del archivo histórico del Ministerio de Relaciones Exteriores de Berlín.
Está signado por Arthur Zimmermann y otros funcionarios de altos mandos alemanes, fue escrito por Arthur von Kemnitz, un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania y tuvo correcciones del director del departamento político, Ernst Freiherr Langwerth von Simmern.
Telegrama, ignorado
En nuestro país, el conocimiento de este documento no tuvo efectos ni en el corto ni a largo plazo.
El mandatario, Venustiano Carranza, decidió ignorarlo, México no tenía las condiciones para hacer un frente.
La situación militar del país era un Ejército constitucionalista que acaba de terminar una guerra y permanecía dividido; no había reservas de armamento por lo que el plan propuesto sería difícil de concretar.
Otro de los que se negó a esta propuesta luego de darse a conocer fue Álvaro Obregón, el entonces secretario de guerra, pues consideró arriesgado ir en conflicto bélico con el país vecino.
MENSAJE ALEMÁN
Tenemos la intención de comenzar la guerra submarina sin restricciones a partir del primero de febrero. Se intentará, no obstante, que los Estados Unidos se mantengan neutrales. Para el caso de que no sea posible lograrlo, ofrecemos a México una alianza sobre las siguientes bases: guerra conjunta, tratado de paz conjunto, generosa ayuda financiera y acuerdo por nuestra parte de que México podrá reconquistar los territorios de Texas, Nuevo México y Arizona. Dejo los detalles a su excelencia. Sírvase usted comunicar lo anteriormente dicho al Presidente, en el más absoluto secreto, tan pronto como la declaración de guerra contra Estados Unidos sea algo seguro, y sugiérale que invite inmediatamente, por iniciativa propia, a Japón para unirse y que haga de intermediario entre nosotros y Japón. Sírvase advertir al Presidente que el uso despiadado de nuestros submarinos ofrece ahora la perspectiva de que Inglaterra sea forzada a la paz en pocos meses.”