La ciudad de Nápoles, que suele estar en las primeras planas debido a la acumulación de basura o la violencia mafiosa, tiene ahora un motivo gastronómico para festejar.
La UNESCO sumó el jueves el arte del "pizzaiuolo", o pizzero napolitano a su lista del “patrimonio cultural intangible de la humanidad”. La pizza napolitana fue una de las 33 prácticas tradicionales del mundo agregada a la lista de “formas de expresión” importantes para la humanidad de la organización cultural de la ONU.
Otros agregados a la lista este año fueron los baños rituales Kumbh Mela de la India, las tallas de madera de Bosnia y la danza y canto “Sega tambour” de la isla Rodrigues, parte del archipiélago de las Mauricio.
En Nápoles, los pizzeros festejaron la designación y planeaban realizar una gran fiesta callejera con pizza gratuita la semana próxima.
El ministro de Agricultura, Maurizio Martina, dijo que es la primera vez que la UNESCO reconoce una profesión vinculada con la producción de un alimento.
El arte pizzero napolitano se “basa en la experiencia, los gestos y el conocimiento tradicional transmitido de generación en generación”, dijo en un comunicado.
Italia es líder mundial con 53 sitios designados patrimonio de la humanidad, entre ellos los centros históricos de Roma, Nápoles y Florencia, la ciudad de Venecia en su totalidad y la Costa Amalfitana. Sus prácticas culturales en la lista del patrimonio intangible son ahora seis, incluidas la “dieta mediterránea” y la fabricación de violines en Cremona.
La inclusión en la lista conlleva la obligación de proteger la práctica y velar por la aplicación de un tratado de la ONU que protege y promueve el “patrimonio intangible”.
Massimo Boddi, cuya Fundación Univerde reunió las firmas a favor de la pizza, dijo que el reconocimiento era una victoria importante de la “tradición sobre la globalización”, ya que cada pizza de hace individualmente a mano.