El dulce se elaboró con los estándares y normas oficiales de calidad para garantizar su inocuidad.
Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un chocolate semiamargo que contiene proteínas y antioxidantes de chapulines y jalea de arándanos, con el objetivo de prevenir la obesidad infantil.
Paola Baca Cárdenas, Mariana Ruiz Brown, Angélica Sánchez Martínez, Verónica López Parra y Susana Trinidad León son las creadoras de esta golosina baja en azúcares enfocada a los niños, teniendo en cuenta que un amplio porcentaje de ese sector tiene deficiencia de nutrientes, por lo tanto, el chocolate podría enriquecer su alimentación.
Este postre resulta innovador porque los chapulines, que se consumen en México desde la época prehispánica, por lo general se combinan con productos salados,
“Procuramos que el chocolate no tenga alto contenido calórico, pues aunque contiene cierta cantidad de lípidos es muy rico en proteínas, minerales y antioxidantes”, afirmó Baca Cárdenas.
Las estudiantes de Ingeniería Bioquímica en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) enriquecieron el producto con chapulín, porque este insecto tiene 70 por ciento de proteínas análogas de alta calidad, comparables a las de la carne de res y el huevo.
Dichas proteínas contribuyen a la constitución y reparación de tejidos, músculos y la consistencia de la sangre.
Para que la textura sea agradable al paladar, las estudiantes molieron el chapulín deshidratado, que formó una pasta blanda, la cual se le agregó al relleno.
El chocolate contiene conservadores, pero el contenido de azúcares propios le otorga una vida en anaquel de un mes aproximadamente y los pequeños pueden consumir hasta dos chocolates al día.