Al puro estilo de Juan Vargas el protagonista de la película “La Ley de Herodes”, Inés Saturnino, el alcalde de Tecamachalco, presenta a su antojo los estados financieros del Ayuntamiento que dirige desde 2014. El primer jueves de cada mes, Saturnino entrega a los regidores del Cabildo un par de hojas recién impresas, en hojas ordinaras, con tablas de Excel mal hechas, sin sellos y sin las copias de los estados bancarios como respaldo.
No solo eso, Saturnino es cínico a la hora de reportar los gastos, en la sesión que se llevó a cabo este 13 de septiembre reveló sin empacho que su gobierno gastó 432 mil 288 pesos para darles de comer a los grupos musicales que asistieron a la Fiesta Patronal. Intentó justificarse con que parte del dinero se usó para alimentar a los internos del Cereso, pero se enojó cuando le pidieron el desglose de los gastos y por supuesto no lo entregó.
También reportó 524 mil pesos en gasolina, sin presentar qué estaciones prestan el servicio y para qué autos, las regidoras de oposición argumentan que el parque vehicular no es tan grande como para que el gasto llegue a ese monto.
Cuatro regidoras han formado un bloque para exigir transparencia. Pero en respuesta han recibido hostigamiento y diferentes amenazas para que dejen de exigir lo que por ley debería presentar el edil de Tecamachalco.
Este grupo lo integran María Ruth Zárate Domínguez, quien fue propuesta por Nueva Alianza y hoy declarada independiente; Jessica Camarero Morales, del PRI; Ruth Rodríguez Huerta, de Movimiento Ciudadano; y Betzabel Vera Ramírez, del PAN.
El primer jueves de cada mes se convoca a la sesión de Cabildo y prácticamente se sigue el mismo guion. En la orden del día solamente se incluye un punto a discutir: el ilegal estado de origen y aplicación de recursos.
El tesorero lee y lee las cifras de ingresos y egresos. Luego las cuatro regidoras exigen desgloses de los montos, mientras la porra que lleva el presidente municipal comienza a ofenderlas. El secretario general nunca puede mantener el orden.
Después de tantos reclamos, Inés Saturnino toma la palabra y comienza a denostar el trabajo de las regidoras. Ellas continúan sus exigencias y todo se convierte en un mercado con gritos por todos lados.
Una vez que logran aprobar los estados financieros, el presidente municipal presenta cualquier pretexto —que tiene que ir a ver al gobernador, que tiene una reunión importante, que tiene que ir a peinarse el bigote— para salir del lugar y de inmediato se declara terminada la sesión del Cabildo sin que se aborden asuntos generales.
Las cuatro regidoras se quedan en la mesa presentando ante los medios de comunicación los temas de su agenda. Unos minutos después les apagan el sonido y luego las dejan a oscuras en la sala.
Este itinerario se sigue mes a mes en el Ayuntamiento de Tecamachalco y los estados financieros lo único que dejan son dudas en lugar de transparencia.
El reporte de agosto
En el último reporte, Tecamachalco ejerció 15.9 millones de pesos a lo largo de agosto, casi cinco millones de pesos son de servicios generales prestados a la población, es decir una partida discrecional.
Para el gasto de nómina se destinan 2 millones 555 mil pesos y de inversión pública 4.8 millones de pesos.
A medios de comunicación locales y estatales, Inés Saturnino les pagó 427 mil pesos durante el último mes, para evitar ser evidenciado.
En combustible gastaron 524 mil pesos, pero no existe un desglose del parque vehicular en el que se emplea este recurso.
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