El ataque de ansiedad frecuentemente se confunde con un infarto pues comparten algunos síntomas. No obstante, el ataque de ansiedad está profundamente ligado a nuestro estado de ánimo y a un estado prolongado de tensión que desencadena el ataque de ansiedad. Aquí algunos síntomas que te pueden ayudar a distinguir un ataque de ansiedad:
- Dolor en el pecho y palpitaciones irregulares -taquicardia-.
- Sudoración en las manos.
- Dificultad para respirar o hiperventilación.
- Dolor corporal inespecífico, necesidad de acostarse.
- Pensamientos demasiado activos, principalmente, preocupación por la propia salud "¿qué me está pasando?" "¡Me voy a morir!" "¡Esto se va a poner peor!"
- Pensamientos relacionados con la propia muerte o con el acontecimiento de alguna catástrofe sin bases de realidad suficientemente sólidas "Siento que algo terrible va a pasar."
El ataque de ansiedad incapacita temporalmente a quien lo padece y suele relacionarse siempre con el primer detonador. Es decir, si la primera vez que sufriste un ataque de ansiedad ibas en el transporte público, es altamente probable que usar el transporte público se convierta en un detonador del ataque de ansiedad una y otra vez. Los detonadores pueden ser distintos e incluso pueden estar relacionados con situaciones aparentemente positivas como la convivencia en familia o estar en el cine.
¿Cómo controlar un ataque de ansiedad? Aquí algunas sugerencias:
- Trata de controlar tu respiración, coloca una mano en la unión de las costillas, abajo del busto -diafragma- y trata de hacer tu respiración más lenta y espaciada.
- Piensa "esto pasará", pues los ataques de ansiedad son transitorios y se potencian con pensamientos que generan más angustia. Evita esos pensamientos y toma en cuenta que el episodio pasará.
- Si puedes, siéntate y recarga la espalda en algo, estira las piernas y respira. Es importante que no te acuestes, pues esta posición acentúa la presión en el pecho.
- Ancla tu tranquilidad a algún objeto que traigas, puede ser un anillo, un dije, tu reloj. Dale vueltas, piensa que eso es lo real y que todo estará bien.
Se dice fácil, pero un ataque de ansiedad es de las cosas más difíciles a las que nos podemos encontrar. No obstante, 6 de cada 10 personas han tenido al menos un ataque de ansiedad en su vida. Si los episodios son repetitivos, no dudes en consultar a un especialista en salud mental, él sabrá qué prescribirte para que te sientas más tranquilo y los episodios no se repitan.