Imprimir esta página

El amor cura

Por Betzabé Vancini / /

betza identifi

Tal vez te haya ido un poco mal en la vida y estés pensando creerte esas patrañas de que el amor no existe o que el amor duele, pero déjame decirte que te equivocas: el amor existe y además es sanador.

Cuando era niña, entró un ave con el ala rota a mi casa. Como teníamos gatos, decidimos resguardarlo en la cocina en una caja de zapatos. Le pregunté a mi mamá qué haríamos con el pajarillo porque nadie en casa era veterinario y no teníamos herramientas para curarlo. Recuerdo que me vio y me dijo: “le vamos a dar de comer, agua y vamos a darle amor para que se cure y vuelva a volar.” Increíblemente, en un par de días el pájaro aleteó sin mayor problema y lo soltamos en el jardín. Desde ahí aprendí a que vale más un poco de cariño que toda la medicina del mundo.

Bien decía Carl Rogers que en la terapia, la relación es lo que cura. Y es que, ¿no es lo que nos hace falta a todos: consideración, respeto, cariño? Hay una definición budista del amor que me parece la más acertada: el amor es el deseo genuino de que el otro esté bien. Y creo que en esa aseveración encontramos la verdadera naturaleza del amor: construir, reparar, sanar, acompañar.

Piensa por un momento en algún episodio difícil de tu vida ¿cómo lo sobrellevaste? Si tuviste que pasarlo en soledad, seguramente fue más amargo de lo que hubiera sido si hubieras recibido la cálida compañía de alguien que se interesara por tu bienestar.

Vámonos al inicio, hasta Freud con Eros y Tanatos –amor y destrucción-, en el mito de Eros, su misión es crear, y eso es precisamente lo que el amor hace. ¿Sabes que cuando eras niño y te enfermabas lo que te curaba era la compañía de mamá? Y ahora, cada vez que te agobias o estás triste ¿no buscas acaso la compañía de un buen amigo/a que te escuche y comprenda? ¿Cuántas veces ha mejorado tu día tan sólo por recibir una palabra amable de parte de la persona que amas? No, no me tomes a mal, no quiero sonar cursi aunque bien aprendí de Wonder Woman que uno puede elegir en el amor, y en el fondo, creo que aunque a veces el amor no es la única cosa importante en la vida, sí lo puede CASI todo.

Quizá lo más importante sería preguntarte ¿cuántas veces te has negado a recibir afecto? Tal vez creas que no lo mereces, o que no es buen momento, tal vez te enseñaron que el amor “se gana” o se condiciona y que tendrás que hacer algo a cambio de esas caricias. No hay  nada más triste que eso. Entender el amor como mercancía que se cambia por dinero o por exigencias.

El amor salva a la gente. El amor a la profesión incluso. ¿Cómo sobrelleva un médico una carrera dedicada casi enteramente a los demás si no es por amor a lo que hace? Y sí amigos, en este mundo lleno de odio y pretextos para discriminar y excluir –como lo acabamos de ver en el día del orgullo gay-, lo más COMBATIVO es amar. No caigamos en el cinismo de ensimismarnos y de creer que porque otros no aman, nosotros no tenemos por qué hacerlo. Al final, el amor pone en juego muchas cosas, pero lo único que nos deja conservar es nuestro inmenso valor como seres humanos. 

ANTERIORES