Gracias a mi amigo Tony Gali por haberme invitado por su toma de protesta.
Ladré de gusto ante un personaje tan sensible del poder ¡Al fin! ¡Él sí tiene pedigree!
Lo malo es que no puedo decir lo mismo de todos. En su gabinete se le coló uno que otro perro eléctrico ¡por corriente!
¡Guau, guau!
Me sentí tan complacida de que me hayan sentado en primera fila.
Y es que claro, una perrrita como yo que tiene clase, buen gusto, porte y pedigree. En pocas palabras, “yo que soy una damita”, debo ser bien reconocida.
Lo malo es que a mi amigo Tony se le fueron las cabras y me sentó al lado de puro perro corriente y uno que otro gato colado.
¡Hasta ñañaras me daban que se me pudieran pasar sus pulgas!
¡Guau!
Pero bueno, saliendo me rocié con mi perfume del “Perro Feliz” y mi “Calvin Can”, para evitar las pulgas, garrapatas, chinches y una que otra ladilla.
Todo iba tan bien, estaba poniendo mucha atención al discurso de mi amigo el gobernador de Puebla.
Que si los derechos perrunos.
Que si los dóberman de seguridad.
Que si los labradores de desarrollo social.
Que si los pit bull huachicoleros.
Las pistas de grava para que salgamos a hacer ejercicio.
Pero de pronto llegó y se sentó a mi lado un perrito chiquito, que olía a perfume y traía un reloj muy caro.
Me emocioné y pensé que era un pekinés ¡al fin alguien de mi nivel!, pero cuando lo vi bien me di cuenta que era él.
Con acento de fresita frijolero y su “Qué onda Bro” cada vez que saludaba a alguien. Su cara de fuchi como perro oliendo la cola de perras corrientes y tratándose de dar sus aires de grandeza.
Disque presumiendo que era el perro del Duque de Puebla TV.
¡Ya me tenía harta!
Estaba a punto de morderlo, pero capaz que me pasaba la radia.
¡Ladraba y ladraba!
Presumía que por ser el perro del duque manejaría todos los medios de Puebla.
Ladrando de su nueva Secretaría Ejecutiva.
¡Guau, guau!
Total que la máscara de pekinés era falsa. Yo ya me había dado cuenta porque tengo un olfato que hasta los sabuesos envidian.
El martes me dijo el pastor alemán del Jefe de la Oficina del gobernador que su amo le había tomado protesta al pseudo pekinés como Secretario Ejecutivo ¡asco mil!
Pero luego, mandaron a un sabueso de experiencia a revisarle el currículum y lo regresaron a donde le corresponde.
Creo que se quedó en la Agenda Digital, a ver si sigue ladrando su nuevo cargo como titular de Asuntos sin Importancia.
¡Guau!
Ojala mi amigo Tony le ponga su collar de castigo y le jale la cadena cada vez que quiera ponerse bravo.
¡Porque para perro, perra y media!
Bueno, pero como dice mi mamá ¡perro que ladra no muerde!
Y la verdad los pekinés ya están muy devaluados.
¡Guau, guau!