Con esos amigos para qué queremos enemigos. Reza el viejo y conocido refrán; es algo que debe tener muy en cuenta mi adorada Karina Romero Alcalá, pues después de trabajar arduamente por 4 años en la regiduría, por ser hija de una de las mujeres más influyentes de Puebla y del PRI y de buscar la dirigencia municipal de su partido en la capital poblana, se le hizo bolas el engrudo o se lo hicieron.
Mi querida Kari Romero debería de empezar a hacer su lista negra y repetir todas las noches los nombres de los enemigos que va haciendo en el camino, para que pueda conciliar el sueño, tal y como lo hace Arya de Juego de Tronos.
Los primeros nombres que seguramente ya están en la lista de Karina es el de Paco Ramos —ex diputado federal y ex director del Instituto Poblano de la Juventud— pues por semanas estuvo peleando la dirigencia municipal del PRI y por su culpa ya no se la dieron a mi adorada regidora, pues fue tanta la presión que hizo que dejaron en impasse la designación del suceso de Pepe Chedraui.
Y el segundo de la lista con todo y que sea leal a su mamá, es el dirigente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac pues en lugar de fajarse bien los pantalones para vetar a Paco Ramos y respetar la petición de su amiga con olor a orden, mostró debilidad y no quiso designar a Karina como presidenta del Comité Directivo Municipal del PRI.
En su lugar, la nombró secretaria General y dicho nombramiento se dio casi casi en lo oscurito, en la inauguración de un mural. Es decir, el evento central era la apertura de esta pintura y ya de pilón, de refilón y pa´llenar el evento, Estefan decidió tomarle protesta a Kari en un rinconcito.
Si Blanca Alcalá hubiera estado en Puebla seguro se le retorcía el estómago, vomitaba bilis, o se le deshacía el hígado de puro coraje, o bueno al menos se regresaba a Colombia en el primer vuelo y sin despedirse por tremendo berrinche.
Pero lo más grave fue que a la antecesora de Kari —Mónica Barrientos— no más le avisaron que ya no sería secretaria General, que desocupara la oficina y que ya no cobraría. Y como se trata de una fórmula en dado caso también tendría que haberse ido el presidente de la dirigencia municipal, o sea Pepe Chedraui o se podía quedar pero a la Secretaría General tendría que haber llegado el o la secretaria de Organización por prelación.
Ni modo, espero que ningún priista y menos Paco Ramos vayan a impugnar tal nombramiento, no es que les dé ideas pero puede pasar.
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Y hablando del PRI, hay quienes aseguran que Víctor Giorgana será el candidato del PRI a la Presidencia Municipal de Puebla. Incluso, estas personas que lo aseguran dicen que tiene oportunidades reales de triunfo.