Thursday, 25 de April de 2024

El Centro Histórico (le) vale (a) Vergara

Por Edmundo Velázquez / /

CUENTA HASTA DIEZ

En peores condiciones que el Centro Histórico de Puebla se encuentra la imagen de su gerente, Sergio de la Luz Vergara Berdejo. 

El arquitecto Vergara cuida más de sus cápsulas en las que narra los vuelos del dron de Cinco Radio sobre los edificios del Centro Histórico, que de su chamba en el Ayuntamiento poblano.

ALGUIEN ya está harto con la posición y la inoperatividad que ha demostrado Vergara.

Y ese ALGUIEN es nada más y más menos que su jefe: el alcalde Luis Banck Serrato.

En el Ayuntamiento de Puebla es más que conocida la pésima relación que guardan Banck y Vergara.

Banck lo cree incapaz de poner orden en la Gerencia del Centro Histórico de Puebla.

Y Sergio Vergara le echa un montón de ganas exhibiendo que en verdad poco puede hacer por el Centro Histórico.

Sabemos bien el perfil bajo pero activo y profesional que les exige a sus funcionarios el alcalde Banck.

Vergara ha hecho lo contrario.

Le encantan los medios y los reflectores. Se la pasa declarando, aunque no tenga conciencia de cifras y el estado real de los inmuebles dañados. A las diez de la mañana dice una cosa y a la diez y cuarto duplica los datos. A las diez y media puede tener otra cifra que no es coherente.

El sismo del 19 de Septiembre solamente evidenció el relajo que trae el Arquitecto Vergara con la Gerencia del Centro Histórico.

(Y el hartazgo de Banck.)

Célebre fue esa ocasión en que retumbaron las paredes con los gritos del alcalde contra Sergio Vergara:

“No te corro, cabrón, porque no tengo con quién reemplazarte”, le dijo frente a varios de sus compañeros.

Desde entonces, Vergara ha optado por ignorar a su jefe.

Es más: lo desinvitó a la presentación de la obra de Polonia en la tristemente célebre Casa del Torno.

Pero Banck llegó al evento.

Le reclamó a su subordinado el por qué lo borró de las invitaciones y ni lo había convocado.

—Pues fue un evento hecho con mi dinero—dijo de manera retadora Vergara, olvidándose tanto de con quién estaba hablando como del peso de esa cosita llamada OR-GA-NI-GRA-MA.

—Esto fue hecho con dinero de los contribuyentes. No con tu dinero. Es dinero de la gente—corrigió Banck al oído de Vergara.

Los presentes al evento siguieron como si nada.

La escena solamente exhibió la tensión entre el alcalde y el Gerente del Centro Histórico, que hoy más que nunca es Centro HISTÉRICO.

Para la Gerencia del Centro Histórico (y para el Centro Histórico mismo) no es útil un personaje como Sergio Vergara.

¿Cuánto más aguantará Banck a un indeseable en su gabinete?

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