Thursday, 25 de April de 2024

Tanús, Chedraui y Zavala: la rapiña política en la tragedia de Atzala

Por Edmundo Velázquez / /

CUENTA HASTA DIEZ

Al Templo de Santiago Apóstol en Atzala llega la clase política para la foto.

El terremoto de 7.1 grados Richter les sacudió también su cinismo.

Enfundados en unas falsas ganas de ayudar los priistas se placean en uno de los lugares donde apesta a muerte, donde los poblanos voltean porque la tragedia es lo que vende. Un bautizo se celebraba y el suelo crujió, los escombros de un templo partido en dos sepultaron a dos familias completas.

El morbo les anima a los priistas a colarse en el templo partido en dos, sin techo, en escombros antes de preguntar qué hay que hacer por la comunidad.

La turba priista la encabeza Silvia Tanús. Le sigue Sergio Salomón Céspedes, también aparecen Francisco Juárez, Maritza Marín y Pepe Chedraui, Pablo Fernández del Campo, Jorge Estefan Chidiac, Xitlalic Ceja.

Una policía los reprende por colarse en el templo de Santiago Apóstol, el lugar es un peligro, tendrá que ser demolido. Pero los priistas tenían que ver con sus propios ojos la miseria de la muerte, oler la sangre seca entre el escombro. ¿Para qué se colaron en las ruinas del templo? Quién sabe. Lo que sí ocurre es que la mujer uniformada les dice que deben salirse, el sitio es frágil y ahí en donde ya hay más de una docena de muertos no quieren más tragedias.

“Nos invitó el presidente municipal”, asegura Silvia Tanus a la insolente policía que osa reprender a los diputados locales.

“Nos hubiera gustado que vinieran ayer. Se les necesitaba ayer”, dijo la policía al tiempo que los corría a Tanús y los priistas.

***

Zavala fue a Atzala a hacerse menso.

Bajó de su camioneta y buscó a los reporteros ahí presentes.

Ya se veía como el gran benefactor.

Pero de repente se hizo menso un rato.

Retrasó su entrega de apoyitos y hasta se llevó a uno de los deudos de Atzala a un lugar cerrado para platicar.

Jamás fue claro con cuánto o cómo lo ayudo.

Lo que sí es que extendió los tiempos para que, a como diera lugar, pudiera salir en la foto o lo vieran cerca de Tony Gali.

Cuando se topan, en la casa de uno de los deudos, Gali no tiene más que saludarlo.

Zavala no se le despega.

Tony no sabe cómo quitárselo de encima.

“Sí ahí nos llamamos” insiste el gobernador.

Gali voltea a ver al aire buscando a ver a quién de su staff le embona a Zavala.

Zavala no lo suelta, busca la cámara, quiere la foto.

Gali se sale por la tangente y escapa.

Zavala llegó a Atzala con toda la intención de toparse a Tony Gali.

Su foto, “trabajando hombro a hombro por los damnificados”, nomás no le salió.

***

Los víveres con selfie no se hicieron esperar.

Cuando pisó Atzala, Pepe Chedraui preguntó dónde estaba el gobernador Tony Gali.

“Tiene media hora que se fue de aquí”, le informan.

La mueca que tiene por cara solamente se le arruga más.

Baja de su camioneta una caja de huevo llena de tortas. Hasta eso, se ven sabrosas con su rebanada de jamón y su raja de chile “La Morena” ahí perdida entre la mayonesa.

Avienta la caja de tortas en el velorio. Los deudos de Atzala agradecen, no les queda de otra.

De las cajas de galletas, aceite, agua y otros víveres que lleva en la cajuela no baja una sola.

Mejor se va.

Eso sí, sube a su Twitter la foto de su solidaridad desbordante y su cajuela llena de abarrotes.

Después, frente al mismo velorio en Atzala se estaciona otra Suburban.

Ahora baja un mirrey.

Viene con un séquito de otros 30 chamaquitos que apestan a Hugo Boss y otros aromas pirruris, que visten de Polo, Coach y mínimo calzan Adidas. Todos tienen cara de fuchi, como si asistieran a un picnic mal organizado.

“Weee, ¿no han visto a mi pa’?”, pregunta a la gente en el velorio quien parece ser el mirrey mayor.

Al ver que nadie responde insiste impresionado…

–¿Cómo va a ser que estos pobres diablos no saben quien es su papi?–

“¿O sea…? ¿Pepe Chedraui”, dice con todo el poder de la papa que lleva en la boca.

Nadie dice nada.

Indignado se va.

Su séquito de niños fresas lo siguen.

Algún lado más pobre y jodido debe haber para que los juniors priistas se tomen su selfie.

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