Un visitante distinguido del penal de San Miguel

La noche del 3 de noviembre del 2016 ocurrió una movilización inusual de camionetas afuera del penal de San Miguel.

En la entrada de proveedores fueron vistos más de cuatro vehículos tipo Suburban. Todos blindados.

El movimiento provocó que se encendieran las alertas de las autoridades federales.

Por lo que se desplegó un movimiento de supervisión en la zona.

Incluso Policías Ministeriales de Puebla se dieron su vuelta porque el movimiento se antojó bastante peculiar.

Adentro de San Miguel se llevaba a cabo una fiesta.

Corrían los tiempos en que el entonces director, Rafael Carvajal, era totalmente permisivo a cambio de algunos ceros extra en su cuenta bancaria.

Y la fiesta fue organizada, faltaba más, por el empresario Jorge Aduna Villavicencio.

Y, casual, en la pachanga hubo invitados.

Foráneos y buenos amigos de Aduna.

Se transportaron en las camionetas blindadas, entraron por proveedores y pasaron directo al área de Estancia de Ingreso, donde había alcohol y seguramente mujeres.

El problema fue que el invitado de Aduna y sus escoltas provocaron mucho ruido entre los vecinos.

Cuando el alboroto fue reportado, la Policía Federal desplegó un operativo que provocó que se pensara que algo pasaba dentro de San Miguel.

Motín, temieron algunos de los colonos.

Fuga, advirtieron habitantes de fraccionamientos y colonias cercanas.

Traslado, dijeron los empleados del sistema penitenciario para callar las dudas de lo que estaba ocurriendo en San Miguel.

Lo cierto es que la Secretaría de Seguridad Pública Estatal descartó cualquier tipo de movimiento.

La Policía Federal se replegó después de que el invitado de Aduna hiciera un par de llamadas.

Movieron hilos a niveles muy pesados para que se retirara todo el dispositivo de seguridad.

La fiesta siguió. Las camionetas se fueron y regresaron de madrugada por el visitante distinguido, para evitar más ruido.

¿Quién fue el invitado de Jorge Aduna Villavicencio?

¿A qué grupo o cártel pertenecía?

¿Por qué con una llamada se solucionó todo?

¿Qué hilos jalaron para tener una respuesta inmediata de la Federación?

¿Fueron los mismos hilos que se jalaron para que Aduna fuera movilizado al Cefereso 14 de Gómez Palacio, Durango, y quince días después saliera en libertad?

Todo indica que esta será otra de las leyendas urbanas en torno al empresario gallero que se quedará como un misterio sin resolver…

Por cierto… Ya que estamos con preguntas ociosas.

¿Por qué el expediente del proceso por secuestro agravado en contra de Jorge Aduna Villavicencio se encuentra mocho, mordisqueado y con hojas arrancadas?

¿Acaso el Poder Judicial de Puebla no cuida bien la documentación con la que lleva sus procesos?