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De #LadyWuu a #LadyWho

Por Dandy Pipiris / /

 

Central de Abastos

¿Qué creyeron? ¿Que se iban a librar de mí?

Pues se la peluquean porque nel.

Nel pastel. Soy inmortal, como las cirugías de Lyn May.

Soy invencible, como MunRa el de los Thundercats.

Y este tan esperado regreso, más esperado que el de los Bukis o el de los Temerarios, tiene que darse con una de las más tristes anécdotas que me contaron mis cuates de por allá de Churubusco en el Ex Defectuoso.

No sé si ustedes se acuerdan de un amiguito.

Uno que es bien loquita. Así torcidito como Cheetos.

Que se le va la marrana al monte.

Es más, no se le fue la marrana… Allá se quedó a vivir.

Este amiguito lo conocían como Lalo Arias. Era bien feliz. Bien buena onda.

Andaba ya encarrerado en su negocio de tacos de canasta.

Y los vendía por el Estadio Azteca. Bien sabrosos.

Tenía su pegue con dos que tres amigos de las rutas y se ligaba a uno que otro chacal para llevárselo al Espartacus de Neza.

Su vida era sencilla, pero perfecta.

Hasta que llegaron las cochinas redes sociales y los malditos medios de comunicación. Chingao.

Paty Chapoy le cambió la vida el día que lo entrevistaron en un concierto de Menudo.

Y mocos. Y se saben el resto de la historia.

Nació #LadyWuu: perdimos un taquero y ganamos una estrella de las redes sociales. Lástima que nos duró bien poquito.

Ya intentó de todo el carnal.

Dejó su puesto de tacos, se volvió chouman, salió en todas las televisoras, se volvió el doble de Rafael Moreno Valle.

También intentó dar un espectáculo que le salió horroroso, fue madrina de la Quinceañera Ruby y hasta le hizo a la lucha libre.

Pero todo lo que tocan las redes termina volviéndose caca.

Todos se le pusieron fresísimas… Y él terminó siendo bien fiero.

Bueno ya sabíamos que su carrera no iba a tener mucho futuro. Y todos se lo dijimos.

Se lo dijo su comadre Chona, se lo dijo el de la base de la Ruta Taxqueña Seguramente así como lo exprimió el espectáculo mexicano en unos cuantos meses lo han de haber exprimido sus chacales.

Pero bueno ahora le pasó lo peor.

Mi amiguito cuya fama llegó gracias a las redes sociales, pues ya acabó incluso sin Twitter.

Ya hasta le embargaron su cuenta y se la cerraron.

Ya ni Twitter ni Facebook tiene porque hasta sus comiuuuunitimanagers también se deslindaron de mi carnalito.

Vean nomás:

 

Así me lo dejaron.

Solo, triste, cansado. Sin ilusiones. Sin fama. ¡Sin redes sociales!

Y ahora, seguro sin sus chacales.

Eso sí, siempre le quedará su canasta para vender tacos.

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