México tiene en sus manos, y en su comunicación, un poder muy importante para sumarse en contra de las políticas difamatorias del magnate estadounidense pero a la vez, también tiene en sus manos sumarse al discurso de Trump con hechos y potencializar su mensaje.
Alejar las inversiones de nuestro país y atraerlas a suelo norteamericano, es el espíritu que motiva las políticas externas que Donald Trump ha lanzado desde las primeras semanas una vez que fue elegido como el 45 presidente de los Estados Unidos.
El camino de Trump
La política y los negocios tienen una delicada relación, en muchas ocasiones hemos visto como el sector empresarial, uno de los motores económicos más importantes de todo país, puede derribar a un gobierno cuando se lo propone, por ello tanto políticos como empresarios saben que una pugna entre estos sectores tendrá muchas bajas para ambos mandos.
Como era de esperarse, Trump (aun más empresario que político) tuvo que echar mano de diversos estímulos como impuestos y varios candados legales para tratar de consolidar su proyecto de Make Great America Again! Y atraer las inversiones a su país pero el camino no ha sido nada sencillo.
Muchas marcas han manifestado su resistencia a estas políticas y han decidido atacar de manera frontal el discurso y la política de Trump simplemente porque confían en que nuestro país es un buen lugar para invertir pero ¿Qué pasaría si un discurso que no proviniera de Trump reforzara la idea de que trabajar en México no es una buena decisión?
¿Comienzo del fin?
Uno de los esfuerzos más importantes de nuestro país en política externa es presentarnos ante el mundo con un rostro de paz, como una nación con un rumbo fijo en su consolidación como una región en vías de desarrollo, pero los sucesos más recientes que comenzaron desde la situación de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y la inolvidable estampa de cientos de manifestantes afuera de Palacio Nacional tratando de prender fuego a la instalación, seguido de casos de gobernantes corruptos y más reciente los actos de vandalismo tras el gasolinazo en todo el país, sumando la incertidumbre que crece día a día al momento de pensar en la sucesión presidencial de 2018 y las condiciones en las que el nuevo presidente tendrá que gobernar, no hacen más que contagiar esa inquietud a las inversiones extranjeras que tienen que pensar además del discurso de Trump acerca de nuestro país, en los hechos que se comunican no solo en los medios tradicionales sino en las redes sociales cuyos contenidos están repletos de falsa información y que no hacen otra cosa más que consolidar la imagen tan negativa que Trump ha iniciado con su campaña de comunicación en contra de nuestra nación y que con lo que nosotros proyectamos con nuestros actos y comunicación no hacemos otra cosa que sumarnos a la campaña de Donald Trump, darle la razón y pedirle a los inversionistas que trabajen en Estados Unidos.
Comparte tu opinión con nosotros en @mimfo_oficial y www.mimfo.com