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Las pruebas de concepto disminuyen riesgos y atraen inversión a las startups

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El vicepresidente de Innovación y Emprendimiento del Instituto de las Américas, en La Jolla, California, dictó conferencia en la BUAP

Por Central /@CentralPuebla /

Pese a que la Prueba de Concepto (PdC) es uno de los puntos críticos más importantes del proceso de incubación de empresas de base tecnológica, en México no existen unidades especializadas en la validación técnica y la evaluación del potencial comercial de nuevos productos, servicios y procesos, actividades que comprende esta etapa necesaria para el lanzamiento comercial de los mismos, aseveró Carlos Martínez Vela, vicepresidente de Innovación y Emprendimiento del Instituto de las Américas, en La Jolla, California.

El especialista en sistemas locales de innovación y en el papel de las universidades en el desarrollo regional, participó en el Sexto Congreso de la Red Nacional de Oficinas de Transferencia de Tecnología (Red OTT México), que se realiza en la BUAP, con la conferencia “Apoyos para la etapa de Prueba de Concepto en economías emergentes: caso México”, en la que destacó los beneficios de validar, a nivel tecnológico y comercial, los productos, servicios y procesos que se desean colocar en el mercado.

La PdC es un momento crucial en el proceso de formación y escalamiento de una startup, ya que permite responder preguntas básicas. Ayuda a ver si lo que deseamos comercializar funciona o no, si es viable y factible, si es atractivo y rentable, o si existe mercado. Permite, además, disminuir el riesgo, con lo que se puede atraer la inversión”, señaló Martínez Vela, quien afirmó que pese a que en México existe conocimiento sobre el tema, el interés es aún incipiente para promover apoyos a las actividades que involucra.

Tras analizar marcos institucionales y mecanismos que se aplican en ecosistemas de innovación de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, así como experiencias de los propios emprendedores de diversos sectores y tipos de tecnología, identificó que la PdC es una categoría que se menciona en diversos instrumentos públicos. Observó que hay antecedentes tanto formales como implícitos de apoyos destinados a las actividades que integran esta etapa crucial.

Existen los ingredientes necesarios a nivel ecosistema e instrumentos gubernamentales para articular un sistema de apoyo a la etapa PdC, el cual gira en torno a dos ejes principales: la validación tecnológica, que abarca la creación y mejora de prototipos, el desarrollo de plantas piloto y pruebas de desempeño, entre otras; y, el más importante, la evaluación del potencial comercial, la cual incluye investigaciones de mercado, conversaciones con clientes potenciales y pruebas pilotos en el contexto de uso”, destacó el especialista.

De este estudio, que consistió en análisis de casos y 70 entrevistas a organizaciones e iniciativas de apoyo -gobiernos, aceleradoras, universidades y programas universitarios-, el maestro y doctor por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) también concluyó que pese al interés, falta coordinación entre las entidades involucradas: emprendedores y Oficinas de Transferencia Tecnológica (OTT), entre otras, así como un consenso que defina formalmente lo que es la PdC.

Esto luego de contrastar la información obtenida con la revisión de experiencias previas y lecciones adquiridas en Estados Unidos, particularmente en Von Liebig Entrepreneurism Center, de la Universidad de California; Deshpande Center for Technological Innovation, del MIT y PowerBridgeNY, en la que colaboran diversas instituciones.

Hay experiencia a nivel internacional de esquemas de organización de sistemas de apoyo para la PdC. Existen programas regionales, estatales y nacionales con fondos especiales. En 2015 hubo 32 centros para articular estos sistemas”, agregó.

Tras hablar de los éxitos de algunos de estos, invitó a los presentes a consolidar unidades de apoyo para PdC, sin dejar de reconocer que estas no pueden esperar convertirse en negocios autosostenibles, ya que requieren de una inyección de fondos externos para crearse y sostenerse, por lo que algunas son temporales.