Vida y Estilo

Pierre Bergé: el mago de Yves Saint Laurent

- Foto: Especial

Desde el Hollywood Palladium, usó la web para darle participación a quienes no pudieron llegar hasta la costa oeste estadounidense.

Por Vogue / /

Esta semana, Hedi Slimane dio en Los Ángeles la arrancada a la nueva temporada internacional de desfiles, con la que el mundo de la moda espera NO sea su última colección para Yves Saint Laurent. 

Desde el Hollywood Palladium, usó la web para darle participación a quienes no pudieron llegar hasta la costa oeste estadounidense. Yo fui una de quienes vieron el desfile digitalmente: el impactante escenario high-tech en constante movimiento gracias a un show de luces, y una colección que, aunque con base en pantalones súper ajustados para los hombres, mostró una mayor sofisticación en muchas piezas, como una capa delineada en escarlata. Las siluetas femeninas, con culottesfaldas midi, se remontaron al radical trabajo de Yves SaintLaurent en los 1970s. Pero en sus telas ondulantes o texturizadas hubo una actitud que alejó a la colección de las chicas callejeras del centro de LA en favor de una marcha positiva de mujeres adultas, indicando que la visión de Hedi parece estar moviéndose adelante.

Saint Laurent - Pasarela

Me quedé pensando si este tipo de presentación global a larga distancia será en realidad el futuro de la moda – aun cuando este desfile de LA fue el opuesto absoluto de la casa couture de Yves Saint Laurent en París.

Como la temporada arranca en Nueva York, con toda una alharaca alrededor de nuevas propuestas sobre cuándo y cómo las modelos deben subir a las pasarelas quise hablar con Pierre Bergé, el adivino de Saint Laurent. Hablamos sobre moda, arte, libros - y cómo estas tres disciplinas se unirán en dos exposiciones, situadas en dos lugares diferentes, París y Marrakech.

Me reuní con Bergé, de 85 años, en la “maison particulier” (su casa en la ciudad), que ha sido el epicentro de la vida y obra de Yves Saint Laurent durante 40 años y hasta su muerte en 2008. Pude sentir el perfume de grandeur antes de llegar al 5 avenue Marceau y cuando subía por las escalera. A mi izquierda se situaba la sala dedicada a los accesorios de moda, donde muchas veces me había sentado, como una niña impaciente, a esperar la llegada del maestro; y a mi derecha los talleres de Yves, donde recuerdo como en flashes ver a los trabajadores con sus batas blancas sosteniendo rollos de coloridas telas.

Pierre Bergé: el mago de Yves Saint Laurent

Más recientemente, había accedido al edificio por el otro lado del edificio –lo que los franceses llaman “entrée des fournisseurs” (que suena mucho mejor que la “puerta de los comerciantes”) usado por proveedores de plumas y encajes para la haute couture.

En los pasados 12 años, esta escalera ha sido usada como entrada principal a la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, donde se han presentado una serie de 20 muestras de arte y moda. La última, que acaba el día de San Valentín, se trata de una erudita a la par que fascinante comparativa entre Jacques Doucet, un modisto modernista de principios del siglo XX que coleccionaba arte y mobiliario contemporáneo, y el propio Yves, el diseñador de visión romántica sobre las glorias pasadas de artistas e interioristas.

Pierre Bergé: el mago de Yves Saint Laurent

La muestra Living for Art, es la última de la serie de exposiciones, porque ya en otoño de 2017 un espacio mucho más amplio acogerá la historia y el legado de Saint Laurent en compañía de otro museo satélite en Marrakech, lugar que Yves y Pierre ‘descubrieron’ en 1966 y que convirtieron en su segunda casa.

El tema de este doble legado fue lo que me trajo a Bergé. Me recibió en su despacho de la planta superior, con vistas a una confluencia de calles que van a parar a las aguas grises del Sena. Impecablemente vestido en tonos otoñales, marrones y púrpuras –con una chaqueta color vino, camisa y corbata de rayas rosas y azules, cómo no–, Bergé parecía un coleccionista de arte bien establecido, aunque en cierto modo, lo es. La selecta colección de arte que el dúo atesoraba, que se sacó a subasta por motivos benéficos y se vendió por 400 millones de euros, se siguió de la salida también a subasta, tres años después, de algunas adquisiciones personales de Bergé, que es coleccionista de libros raros.
Estos volúmenes son tan extraordinarios y abarcadores, desde una edición de 1470 de las Confesiones de San Agustín a la Educación sentimental de Flaubert, que cuando vi el primer lote en Sotheby’s, sentí con más fuerza que Bergé, conocido por su estridente ideología radical de izquierda, es un mecenas del arte. Los libros, manuscritos y partituras musicales, desde las edad media al siglo XX, se vendieron en secciones separadas —literatura, botánica, música y filosofía—para encontrar el financiamiento de los dos nuevos museos.

Pierre Bergé: el mago de Yves Saint Laurent

Bergé explicó que originalmente Yves y él pensaron en fundar un museo en París que albergase tanto sus colecciones de arte como de moda, pero que finalmente no fue viable. En vez de eso, con los fondos obtenidos de los libros antiguos y las ventas recientes de sus colecciones de arte islámico, el museo de París se complementará con un espacio de exhibición nuevo en Marrakech, situado junto al Jardín Majorelle, en la calle que recientemente tomó el nombre de Yves Saint Laurent. Este centro de arte incluirá un auditorio, restaurante y librería, con el actual comisario del Museo Bereber del Majorelle — Björn Dahlström— como nuevo director.

Mientras Bergé me explicaba los detalles de ambos museos y me llevaba al santuario de Saint Laurent en París, su estudio, (que se abrirá al público), le pregunté cómo se siente al salvaguardar el legado de la haute couture y por qué cree que su enfoque en único.

Pierre Bergé: el mago de Yves Saint Laurent

Suzy Menkes: Pierre, ha habido muchas exhibiciones de moda en el nuevo milenio en museos de todo el mundo. ¿Qué diferenciará la de Yves Saint Laurent y cómo?

Pierre Bergé: Escucha Suzy, escúchame bien: nadie, NADIE, ni siquiera Chanel ni Dior ni Balenciaga guardan sus prendas originales. La única casa que guardó todo y se lo donó al Museo de Artes Decorativas de París fue Madeleine Vionnet, ella misma lo dijo estando aún viva. 

La única casa, la ÚNICA [que ha guardado sus colecciones] es Saint Laurent. Tenemos 40.000 piezas – ¡40.000!
Hoy día, esa gente trata de rehacer su historia –sobre todo Dior. Pero no pueden. Monsieur Arnault puede invertir millones, pero solo pueden comprar vestidos de sus clientas, Y sabemos lo que eso significa. Los clientes pueden cambiarlo TODO. Lo que era rojo sobre la pasarela, se transforma en verde. Cambian la profundidad de la sisa o agregan mangas. Y sobre todo, tiene lasTALLAS de las clientas. Por eso nuestra colección esexcepcional.

Pierre Bergé: el mago de Yves Saint Laurent

Suzy: Si los clientes nunca conservan las prendas, ¿significa queTIENES que crear unos archivos propios? Sé que tú has almacenado todos los dibujos y patrones de YSL. ¿No podrías solo rehacerlos?

Pierre: En la vida soy un revolucionario, pero en el arte respeto las reglas de la conservación. Empezamos a guardar los dibujos, pero Yves dijo un día: “Me encanta este vestido. Deberíamos quedárnoslo”. Eso fue en 1963. Al principio nos quedábamos con muy pocos – ¡éramos felices cuando vendíamos las prendas!

Las normas que he desarrollado se basan en la convicción y el rigor. Hasta el más mínimo detalle es importante. No hay truco. He donado algunos vestidos de archivo al museo de Marrakech, pero también he rehecho el vestido de Mondrian,uno africano y una capa bordada. Todo será etiquetado y registrado. Tengo un montón de Le Smoking (el famoso esmóquin), así que eso será fácil. El edificio de Marrakech tiene ya toda la primera planta llena, y se inaugurará el próximo año.

Suzy: ¿Cómo te sientes sobre las casas de moda comprando su presencia en los museos, al pagar por el espacio entero para su exposición?

Pierre: Estoy en la dirección del Museo de Artes Decorativas,y he tenido que pelear, porque estoy totalmente en contra de cederle el espacio a la gente solamente porque lo paguen.
Nos hizo muy felices que el museo Metropolitan Museum of Art, en Nueva York, nos invitara en 1983. Pero NO pagamos, Y, no quiero ser pretencioso, pero aquella FUE una exposición de Saint Laurent. El papel que tuvo (Diana) Vreeland fue también formidable. No sólo para nosotros. Ella elevó este oficio a otro nivel.

Suzy: Tu colección privada de libros en subasta esextraordinaria. ¿Todavía sigues comprándolos? ¿Has donado alguno a museos?

Pierre: ¡Ya no más! Le di algunos a la Bibliothèque Nationale de France. Pero los museos no tienen dinero para pagarlos. Van, sobre todo, a subastadores privados y el dinero se usa para los dos museos Saint Laurent.

Pierre Bergé: el mago de Yves Saint Laurent

Suzy: Yves Saint Laurent ha sido visto como un artista que utilizó la ropa como medio expresivo. ¿Crees que esto es aplicable a un diseñador como Alexander McQueen?

Pierre: Tengo dos opiniones encontradas sobre McQueen. La moda no es arte. Si aceptas que Alexander McQueen es un artista, y él usa la moda como medio para crear no una colección, sino una instalación –si no es una cuestión de la moda para ser vestida por una mujer–, entonces acepto a McQueen y admiro lo que hizo. Pero también pienso que un couturier no tiene el derecho de regodearse en sus fantasías. Un vestido está hecho para vestirlo, no para ir directamente a un museo.

Los dos museos Saint Laurent abrirán en 2017, incluyendo un nuevo edificio en Marrakech obra de Studio KO. Ambos acogerán parte del contenido de la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent de París, que cuenta con más de 5.000 prendas de Alta Costura y 15.000 accesorios, así como con miles de bocetos, tablones de inspiración, fotografías y objetos.

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