¿Se imaginan tener los dedos de pies y manos unidos por membranas como los patos? ¿Tener una tercera capa en los ojos como los gatos? Todo esto es muy posible en pocos años. Ya sea por el cambio climático, una segunda era del hielo o porque colonizamos otros planetas, vamos a evolucionar. Estas son algunas de las características de cómo podría ser el cuerpo humano en el futuro de acuerdo a un científico.
Sobreviviendo al cambio climático
Este es tal vez el escenario más probable si seguimos contaminando el planeta al ritmo que vamos. Supongamos que todo se va al carajo y los polos se derriten. Ahora tendremos que aprender a vivir en el agua, o al menos a pasar mucho más tiempo en ella.
Nuestro cuerpo tendría que evolucionar para adaptarse a este nuevo entorno. Como “ahora” nadamos más de lo que caminamos, los dedos de nuestros pies y manos desarrollarían membranas –muy similar a las patas de los patos– para nadar mejor.
A nuestros ojos se agregaría una tercera en la retina capa para ver claramente en condiciones oscuras y una capa transparente para protegerlos del agua. Además de estos cambios tendríamos que tener branquias para poder convertir el oxígeno del agua, lo que provocaría que la capacidad de nuestros pulmones disminuyera y nuestras cajas torácica se encoja.
Colonizando el universo
La NASA y muchas agencias espaciales del planeta esperan que en la siguiente década el ser humano llegue a Marte. No es que vayamos a poner un desarrollo turístico en el planeta rojo próximamente, pero la colonización de otros planetas estaría cada vez más cerca.
Primero tendríamos que adaptarnos a una gravedad más baja, que es igual a buenas noticias para los más flojos del planeta, pues caminar sería cada vez menos necesario. Esto haría que nuestros brazos se hicieran más largos haciendo que nuestras extremidades tengan longitudes similares.
Básicamente seríamos como orangutanes y eso –en nuestra humilde opinión– está muy padre, porque podríamos desarrollar pulgares opuestos en nuestros pies. Insistimos, nada mejor para los flojos que no tener que agacharse para recoger algo porque lo agarras con tus patas.
La decidia no acaba aquí: sería altamente probable que tengamos que transportar nuestros alimentos en pastillas o forma líquida, así que ya no tendríamos que masticar para comer. Esto haría que nuestras mandíbulas reduzcan su tamaña y tal vez hasta perder algunos dientes.
Y si no hay extraterrestres que sean una amenaza para nuestra existencia nuestros cuerpos podrían hacerse chiquitos. Esto se conoce como “enanismo isleño” que es la reducción del cuerpo debido a los escasos recursos y pocas amenazas.
La era del hielo… otra vez
La temperatura del planeta está aumentando y esto suena poco probable, pero nunca sabes cuando caerá un asteroide en nuestro planeta que oscurezca nuestra atmósfera por varios años. O que muchos volcanes hagan erupción y sus cenizas se queden flotando por mucho tiempo. Esto haría que la temperatura de nuestro planeta se reduzca rápidamente.
Algo muy importante para nuestro cuerpo es absorber vitamina D de los rayos del Sol. Pero en este escenario… ¡ya casi no vemos el Sol! Así que nuestra piel se haría mucho más pálida nivel whitewalker en Game of Thrones para absorber mejor esta vitamina.
Además desarrollaríamos suéteres humanos, es decir, tendríamos mucho más pelo en nuestro cuerpo para resistir el inclemente frío. Felicidades, hombres barbones, van un paso adelante en la evolución humana. Hipsters tenían que ser.
Otra característica muy importante es que nos haríamos más grandes y fuertes que comiendo hartos Choco Krispis. Como todo está congelado tendríamos menos recursos y sería mucho más difícil conseguirlos, así que los flojos serían los primeros en desaparecer. Felicidades, gente ejercitada.
Todos estos escenarios existen gracias al doctor Matthew Skinner, un paleoantropólogo de la Universidad de Kent en el Reino Unido. Él creó estas predicciones para un nuevo programa de Syfy Channel de ciencia ficción llamado Extant. Les dejamos el video para que vean a detalle cómo podría ser el cuerpo humano en el futuro.