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Los infiltrados en el búnker de Blanca Alcalá

Por Selene Rios Andraca / /

Todo eran risas, traiciones y carcajadas hasta que iniciaron las intercampañas electorales en Puebla. El clima electoral parecía ir en santa calma hasta que a un ser despiadado y malvado que se cayó de chiquito, que su mamá le negó su amor, que los Reyes nunca le trajeron lo que pidió, que su hermano mayor se la pasó golpeándolo y que en la primaria su único amigo era un árbol que podaron en unas vacaciones de verano, tuvo la espantosa idea de organizar el concierto de Magneto y Mercurio juntos. Por vida de Dios, juntos Magneto y Mercurio. Ay no, mejor métanme al búnker de Blanca Alcalá aunque las posibilidades de salir viva sean casi nulas.

¿Cómo te ofendimos Papá Dios para que nos trates de esta manera? Supongo que estás molesto conmigo por andarte trayendo de aquí para allá en mis columnas y por impedir dos domingos consecutivos que la Niña Mota llegara a misa, pero escúchame Señor, no lo vuelvo hacer. No vuelvo a tentar mi suerte ni a dudar de tu infinito poder. ¿Magneto y Mercurio juntos? Ay no, es peor que la trastada esa de reunir a… Zzzzzz…Zzzzzz… Aute (Zzzzzz)  y a Silvio (Zzzzzzz) Rodríguez (Zzzzzzzz) en un mismo lugar. Aunque, reconozco, no tan peor que poner en una misma campaña a Alejandro Armenta con Jorge Estefan Chidiac.

WTF.
Plop.
I´m dead. —Indignados por mi ejemplo trovador en 3, 2, 1…—

Lo único rescatable del dichoso concierto ese es que será hasta el 8 de julio y para la fecha aún faltan muchos días, tantos que cualquiera de ustedes queridos lectores podrá ejecutar alguna acción desesperada para olvidar que Mercurio y Magneto cantarán juntos y para sentarse a ver que Armenta & Chidiac, juntos son dinamita… para el PRI y para Blanca Alcalá.

De entrada, ya la precampaña se centró en los tropiezos de Blanca Alcalá. Todo fue sobre Blanca Alcalá y su registro, y su foto con Mario Marín, y su discurso, y su pavor/pánico/miedo/espanto/terror a Moreno Valle, y su escupitajo al aire del helicóptero, y suyo no conozco a Lydia Cacho, y su Gracias Adela, y su no sé de quién sea el helicóptero ni cuánto cueste, y su traidor en el búnker, y su discurso filtrado, y su reunión desastrosa entre Manlio Fabio Beltrones y la estructura, y su patada en la cola a Ana Isabel Allende, y su auditoría en contra de Ana Isabel Allende por el déficit de 8 millones de pesos, y su nuevo dirigente del PRI y su coordinador de campaña.

Uf.  

—¿Y Tony Gali? Ni idea. Estaba en la precampaña, supongo—.  

Todo indica que la intercampaña también se centrará en Blanca Alcalá, su equipo y su partido. Y desconozco hasta qué punto eso será provechoso para el proyecto del tricolor.

La primera medida emergente en el búnker fue alinear a la bufalada del partidazo. En distintas reuniones, Manlio Fabio Beltrones, Blanca Alcalá, Armenta Mier y Jorge Estefan Chidiac han jurado por la virgen y todos los santos que la elección no está negociada, que el PRI va por todo y que BAR será la que expulse al morenovallismo de Casa Puebla.

Cada uno de ellos ha bajado el sol y las estrellas para que la raza les crea. Por ejemplo, Blanca Alcalá dice que si estuviera negociada la elección, ella no hubiera aceptado la candidatura. Armenta dice que si estuviera negociada la elección, él no hubiera… este… bueno, él no estuviera haciendo Periscope a cada rato y Jorge Estefan jura que si estuviera negociada la elección él no hubiera… este… bueno, pagado un nuevo injerto…ah no, eso no… él no hubiera… este… no sé, dice que él no hubiera “renunciado” a la Presidencia de la Comisión de Presupuesto que nunca-jamás-enlavida-niensussueños tuvo.

El primer paso para rescatar el proyecto de Blanca fue racional. Quién sabe si efectivo, pero inteligente sin duda.

La segunda  medida emergente fue: ¡Arruinar la primera medida y todas las demás que se puedan tomar en el futuro!

Plop.

En el búnker priista y con la venia de la candidata determinaron denunciar penalmente a los periodistasMario Alberto Mejía de 24 Horas y a Arturo Rueda de Cambio por el delito de extorsión y/o tentativa de extorsión, sin que hasta el momento Alejandro Armenta pueda explicar con claridad  en qué consistió el asunto.

Dice el coordinador de la campaña —que un día renuncia y al otro también, y así desde 2010— que Mario Alberto Mejía publicó en su periódico unos correos falsos para demostrar que él es el traidor en el búnker y que lo peor es que la nota incluye su propia versión negando los correos.

Okei. Cuánta maldad.

Dice el coordinador de la campaña —que un día renuncia y al otro también, y así desde 2010— que Arturo Rueda le preguntó sobre esos correos y él se lo negó, y que el muy desgraciado no los publicó nunca y que por eso lo denunció por extorsión. No, no es chiste. Eso dice Armenta, que Rueda preguntó sobre la veracidad de los correos, que él lo negó y que el re cabrón no publicó los correos.

Miau.

¿Blanca Alcalá pretende ondear una bandera de autoritarismo para retar al morenovallismo?

¿Qué explicación dará Blanca cuando le pregunten por qué avaló una denuncia contra periodistas?

¿En qué momento ocurre la extorsión en contra de Armenta?

¿Cuántas denuncias más habrá en estas semanas?

¿Todos los que critiquemos a Blanca somos voceros de Moreno Valle? ¿Y los que critiquemos a Blanca y a Moreno Valle seremos voceros de Blanca Nieves o Ana Tere?

¿Por qué y para qué Blanca Alcalá se subió al tren del mame marinista?

¿Es normal que en una campaña sean más importantes los odios personales que la estrategia para ganar votos?

La denuncia, sin sustento y sin una sola explicación seria,parece más una estrategia desesperada por desviar la atención del desmadre en el búnker de Blanca Alcalá y si la idea es utilizarla como arma contra la prensa con el objetivo de frenar las publicaciones sobre lo que ocurra alrededor de Blanca Alcalá, es una tontería. A nadie le ha funcionado.

Espero que a Blanca Alcalá su ataque a la prensa le sume miles, miles, miles, miles y miles de votos.

De lo contrario, Los Infiltrados habrán ganado la batalla desde el PRI contra Blanquita.

Salud.

 

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