Cinco meses después de los comicios para la elección a la minigubernatura de Puebla, la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga acusó violencia política en contra de la excandidata del PRI, Blanca Alcalá, por su relación con el exgobernador Mario Marín Torres.
Durante su participación en el foro "Porque soy mujer", la funcionaria federal dedicó menos de un minuto a la senadora poblana para exhibir su caso, sin mencionar el nombre de la también militante de su partido.
En la política las mujeres somos juzgadas por nuestra viva privada y no por nuestras acciones públicas y eso no lo podemos permitir (...) por que se pone bótox o se deja de poner como en la campaña de Sonora o por sus relaciones personales como fue aquí en Puebla, recientemente", señaló.
Cabe recordar que durante las campañas de las pasadas elecciones, el partido Acción Nacional difundió un spot en el que se señalaba al exgobernador Mario Marín como el operador de Alcalá Ruiz con el slogan "No es él, es ella".
VER: PRI impugna ante el TEPJF spot que señala a Mario Marín como operador de Blanca
En su visita a Puebla, Rosario Robles confió en que el Senado de la República legisle en materia de política de género, pues dijo que no basta sancionar los hechos de violencia psicológica, económica y física.
Ante simpatizantes del movimiento feminista, también hizo la comparación con las recientes elecciones en Estados Unidos, donde la ex candidata Hilary Clinton fue señalada por las acciones de su esposo Bill Clinton.
En el debate, todavía de las campañas, entre Trump y Hilary Clinton le decía Trump a ella que su esposo hizo tal cosa; entonces yo decía que porque no le contesta: la que está parada aquí soy yo, no mi marido, a mí júzgueme por mis acciones no por las de otros".
La titular de la Sedatu hizo un llamado a las mujeres a buscar espacios públicos para hacer política y a las amas de casa, defender su desempeño diario como jefas de familia.
Ante gritos de “ni una más” en relación a los recientes feminicidios ocurridos en Puebla, solicitó a todas las presentes detectar la violencia a tiempo antes de que puedan terminar en dicho crimen.
Después del evento, la funcionaria federal rechazó dar una entrevista a los medios de comunicación y ordenó a su personal de prensa retirar a los comunicadores a quienes empujó para evitar que se acercaran.
En un momento, a sus guardias les pidió que "le quitaran a la gente y los reporteros", pues tenía una agenda "muy apretada" que atender.