Hace cinco años Rey David Cortés Flores era coordinador de grupo de la Policía Ministerial, hoy atiende su tortería a las afueras de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Su vida dio un giro el 12 de diciembre de 2011, cuando en un desalojo fallido en la Autopista del Sol murieron dos estudiantes de la escuela normal Raúl Burgos, de Ayotzinapa.
En ese entonces se subió a su patrulla de la Policía Ministerial para dirigirse al Parador del Marqués, donde se había presentado un tiroteo. Fuerzas federales y estatales efectuaron disparos contra de normalistas que exigían al gobierno del estado demandas de carácter educativo.
A Rey David Cortés y a su compañero, Ismael Matadamas Salinas, se les acusó de matar a los normalistas Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, por lo que pasaron un año, dos meses, 21 días y 12 horas recluidos.
El 23 de abril de 2013, un juez de primera instancia otorgó la libertad a los acusados, pues no se acreditaron pruebas que los incriminaran en el asesinato de los normalistas, además de que uno de los estudiantes que declaró en su contra rectificó, y reconoció que los dos agentes no accionaron sus armas.