La Procuraduría General de la República (PGR) atrajo las investigaciones por la explosión de una bodega y una pipa que almacenaban miles de litros de combustible, al parecer, robado.
El incendio, registrado cerca de las 16:00 horas, dejó como saldo unas ocho casas destruidas, muchas de ellas de lámina y cartón, animales muertos, sin embargo, hasta ahora no hay lesionados ni víctimas que lamentar.
En un recorrido realizado por el lugar, el alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil, confirmó que los vecinos revelaron que por las madrugadas entraban y salían pipas con gasolina y diésel que era vendido de manera ilegal.
Ante este panorama, el munícipe consideró que detrás de esta tragedia se encuentran grupos de la delincuencia organizada dedicadas a la ordeña de ductos en las zonas rurales del estado de Veracruz.
El edil admitió que esas bandas habrían visto en el Puerto Jarocho como un punto de comercialización que derivó en el almacenamiento clandestino del combustible que estalló.
Poo Gil indicó que encontraron, sin explotar, cerca de 15 contenedores, de mil litros cada uno, con gasolina, por lo que ya iniciaron las investigaciones para dar con el dueño del lugar.
Por su parte, confirmó que la PGR quitó la investigación a la Fiscalía General del Estado dado a que el robo de gasolinas es un delito de índole federal.